Los equipos de la organización Médicos sin Fronteras (MSF) han sido testigos de una devastación masiva en la ciudad de Rafá, en Gaza, durante su primera visita a la zona desde mayo, aprovechando el alto el fuego entre Israel y Hamás que comenzó el pasado domingo.
Según la coordinadora de apoyo a emergencias de MSF, Pascale Coissard, aún es demasiado peligroso para que la gente regrese a la mayoría de las zonas de Rafá, ya que se han encontrado proyectiles de artillería sin detonar entre los escombros de los edificios.
Las operaciones militares terrestres de las fuerzas israelíes que comenzaron el 6 de mayo provocaron el abandono total de Rafá y la destrucción masiva de la ciudad, así como el cierre del paso fronterizo con Egipto, obligando a los equipos de MSF a huir por sus vidas.
La destrucción en Rafá es tan extrema que muchos de los residentes que regresan y encuentran sus casas destruidas deciden volver al gran campamento de refugiados de Al Mauasi, en la costa del enclave.
En lugares como el barrio de Tal al Sultan, la situación es desoladora. Según la coordinadora médica de apoyo de MSF, Nadia Abo Mallouh, es una montaña de escombros donde ni siquiera se pueden reconocer las calles.
Nadia destaca la tristeza de ver el hospital Emiratí totalmente destruido y vacío, sin signos de vida. La devastación en Rafá es evidente y la reconstrucción será un desafío monumental para esta comunidad afectada por el conflicto.