El exmilitar venezolano Ronald Leandro Ojeda Moreno falleció el 21 de febrero de 2024 a los 32 años de edad en Santiago de Chile. Nacido el 2 de septiembre en Maracay, estado Aragua, su vida estuvo marcada por una intensa lucha por sus ideales. Ojeda se graduó como teniente de infantería del Ejército en 2012 después de ingresar a la Academia Militar de Venezuela en 2008. Durante su carrera militar, se destacó en el curso de comando de una unidad de fuerzas especiales, pero su descontento con la corrupción y el abuso de poder lo llevó a realizar labores de inteligencia contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El 5 de abril de 2017, las autoridades venezolanas arrestaron a Ojeda bajo acusaciones de rebelión, instigación a la rebelión, motín y traición a la patria. Durante su detención, denunció haber sido torturado en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar. El 30 de noviembre del mismo año, logró escapar de la cárcel militar de Ramo Verde junto a otros prisioneros y se refugió en Chile, donde solicitó asilo político. Sin embargo, las amenazas contra su vida continuaron.
El 28 de febrero de 2018, el gobierno venezolano publicó un decreto en la Gaceta Oficial N° 41.350 que degradó y expulsó a 13 altos oficiales y 11 primeros tenientes de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB), incluyendo a Ronald Ojeda Moreno. Posteriormente, el Ministerio de Defensa venezolano lo acusó el 24 de enero siguiente de planear un atentado contra Nicolás Maduro, incluyendo su nombre en un listado de 33 personas acusadas de conspiraciones contra el gobierno y el pueblo venezolano.
El 21 de febrero de 2024, Ronald Ojeda desapareció en Santiago de Chile en circunstancias que sugieren un secuestro político. Días después, las autoridades encontraron su cuerpo en un campamento en la comuna de Maipú, sepultado bajo cemento y con signos evidentes de tortura. Las investigaciones apuntan hacia miembros del Tren de Aragua y su facción conocida como Los Piratas de Aragua. Un testigo clave reveló que Diosdado Cabello habría ordenado el secuestro y asesinato del exmilitar.
Según el testimonio obtenido por Chilevisión, la orden habría sido dada al Niño Guerrero, líder del Tren de Aragua, quien habría encargado la misión a alias Carlos Bobby y alias el Turko, este último recientemente detenido en Estados Unidos. La ministra de Interior de Chile afirmó el 23 de enero que de confirmarse esta información, el gobierno de Chile recurriría a la Corte Penal Internacional (CPI) para buscar justicia.