Los técnicos y la gerencia de los Cardenales de Lara, actuales campeones de la LVBP, no pueden quejarse. Ante la partida de su receptor regular, Carlos Narváez, por exigencias de su nueva organización (Medias Rojas de Boston), surgió la incógnita sobre su suplente, Alí Sánchez.
Si bien la defensa de Sánchez siempre ha sido destacada, sus habilidades con el bate han sido cuestionadas, tanto en Venezuela como en el sistema de MLB. Después de años de trabajo en las ligas menores, finalmente debutó en las Grandes Ligas en 2020, aunque solo disputó cinco juegos.
En la temporada siguiente, tuvo una breve participación con San Luis, y en el año pasado jugó 31 encuentros con Miami. Tras quedar libre al finalizar la campaña, firmó un contrato para jugar en ligas menores con Toronto y fue invitado a los campos de entrenamiento.
A pesar de que no será el titular, debido a la presencia del mexicano Alejandro Kirk, Sánchez tiene la oportunidad de quedarse como suplente o ser llamado desde las ligas menores en caso de necesidad.
Aunque su desempeño ofensivo ha sido su punto débil, con promedios modestos tanto en ligas menores como en MLB, su notable rendimiento en la LVBP esta temporada podría abrirle puertas en los campos de primavera con Toronto. Con promedios de .438 en la ronda regular, .324 en el round robin y .320 durante la final, Sánchez ha demostrado su valía en el plato.
“La diferencia esta temporada ha sido su rutina más sólida, que refleja lo que él quiere mostrar en el juego. Cada jugador madura y reconoce lo que debe hacer para ser consistente. Él está en esa fase”, comentó el coach de bateo de los Cardenales de Lara, Selwyn Langaigne. Sin duda, el desempeño de Sánchez en la LVBP ha sido prometedor y se espera que siga progresando.