Un estudio realizado por geólogos y geógrafos de la Universidad de Florida ha revelado que, a pesar de la amplia pérdida de plataformas de hielo en la Antártida debido al calentamiento global, la frecuencia y el tamaño de los desprendimientos de icebergs no han experimentado cambios significativos.
Según la profesora adjunta de Ciencias Geológicas, Emma MacKie, coautora del estudio publicado en Geophysical Research Letters, la principal amenaza para las plataformas de hielo antárticas es la ‘muerte por mil cortes’ a través de pequeños desprendimientos, en lugar de eventos catastróficos.
El desprendimiento de hielo, que consiste en la separación de trozos de hielo de las plataformas de hielo para formar icebergs, es un fenómeno común influenciado cada vez más por el cambio climático. Estos desprendimientos suelen iniciarse con pequeñas grietas que se extienden lentamente por la plataforma de hielo antes de desprenderse por completo.
A pesar de la dificultad para predecir cuándo ocurrirán futuras grietas o desprendimientos, el estudio se centró en eventos de desprendimiento extremo, utilizando datos satelitales de 47 años para analizarlos. El equipo aplicó la teoría del valor extremo, un análisis estadístico utilizado para estudiar desastres naturales raros, para comprender la probabilidad de estos eventos.
Según las estimaciones, un iceberg que se forma cada década podría alcanzar los 6.100 kilómetros cuadrados, mientras que uno que aparece una vez al siglo podría llegar a los 45.000 kilómetros cuadrados, afectando significativamente la estabilidad de la capa de hielo y los procesos oceánicos.
A pesar de la falta de evidencia que sugiera un aumento en el tamaño de los grandes icebergs en las últimas décadas, el estudio indica que los eventos de desprendimiento extremos no se correlacionan directamente con el cambio climático. Sin embargo, la pérdida general de las plataformas de hielo antárticas ha aumentado debido al calentamiento global.
En resumen, aunque los desprendimientos extremos siguen siendo raros y pueden formar parte de un ciclo natural, los desprendimientos pequeños y frecuentes han sido responsables de la mayor parte de la pérdida de las plataformas de hielo antárticas en los últimos años.