Tras los recientes acontecimientos diplomáticos entre Caracas y La Moneda, el Congreso Nacional ha instado al Ejecutivo a formalizar la ruptura de relaciones con el régimen de Maduro. El régimen de Nicolás Maduro ha dado un golpe final a las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela al ordenar el cese de funciones de los consulados de Caracas y Puerto Ordaz, afectando a los aproximadamente 12 mil chilenos que residen en el país caribeño.
El Gobierno chileno ha lamentado esta situación que impacta a miles de connacionales en Venezuela y ha señalado que está evaluando alternativas para garantizar el apoyo necesario a los residentes chilenos en dicho país. Esta determinación se produce en un momento en el que el caso por el crimen de Ronald Ojeda ha avanzado significativamente, con la confirmación de la participación del Tren de Aragua en el secuestro y homicidio del ex uniformado venezolano, y donde la Fiscalía apunta a Diosdado Cabello, mano derecha de Maduro, como autor intelectual.
Ante la postura del Ministerio Público, el Ejecutivo no descarta solicitar la extradición de Cabello para que enfrente la justicia chilena, e incluso recurrir a la Corte Penal Internacional. Por su parte, el canciller Iván Gil de Caracas ha reiterado que las relaciones diplomáticas con Chile están rotas, a pesar de los esfuerzos de La Moneda para evitar ese escenario.
En respuesta a los acontecimientos en Venezuela, sectores políticos del Congreso Nacional han llamado a La Moneda a oficializar la ruptura de relaciones con el régimen de Maduro. Miembros del Congreso, como Iván Moreira y Tomás de Rementería, han expresado la necesidad de formalizar la ruptura debido a la falta de democracia en Venezuela y a los actos delictivos que se han cometido en Chile, instando a mantener una postura firme condenando estos hechos en instancias internacionales, incluida la Corte Penal Internacional.