Febrero marca el inicio de la temporada perfecta para retomar las labores en el jardín, con la llegada de la primavera a la vuelta de la esquina. Es el momento ideal para sembrar y preparar tu espacio exterior para recibir con alegría la nueva estación. Para asegurarte de que tu jardín se llene de hermosas flores, es crucial elegir las plantas adecuadas. A continuación, te presentamos las cuatro especies que no pueden faltar en tu jardín durante este mes para darle vida y color.
Para garantizar un jardín floreciente en primavera, es esencial conocer qué plantas sembrar en febrero, ya que estas condiciones ofrecen el escenario perfecto para su crecimiento vigoroso. La elección de especies adecuadas determinará el éxito de tu jardín en el futuro. Aquí te mostramos algunas de las mejores opciones para cultivar y disfrutar de un jardín radiante.
Agapanthus
El Agapanthus, también conocido como Lirio africano, destaca por sus grandes hojas y hermosas flores en tonos blancos o lilas. Aunque su floración puede tardar entre dos y tres años, una vez que florece lo hace anualmente. Esta planta es resistente tanto al frío, hasta 15 grados bajo cero, como al calor, por lo que se recomienda plantarla en semisombra en climas cálidos y desenterrarla en invierno para resguardarla en un lugar fresco.
Dalia Cactus
La Dalia Cactus es una variedad de la clásica Dalia, caracterizada por sus pétalos estrechos y alargados. Para su óptimo crecimiento, requiere plena exposición al sol y protección contra el viento, pudiendo alcanzar hasta un metro de altura. Si vives en áreas con heladas tardías, es recomendable plantarla en macetas y trasplantarla al jardín cuando el clima sea más cálido, manteniendo una distancia adecuada entre los bulbos según su tamaño.
Gloxinia
La Gloxinia es una planta de bulbo que se puede sembrar tanto en interiores como en exteriores. Aunque febrero es el momento óptimo para plantarla, marzo también es adecuado, especialmente en climas fríos. Para garantizar una floración hermosa entre mayo y agosto, es fundamental elegir un lugar bien iluminado pero sin exposición directa al sol, y abonar la planta cada 15 días para estimular su crecimiento y flores.
Canna
La Canna se distingue por sus exóticas flores en tonos vibrantes como rojos, amarillos, naranjas y rosas, que aparecen entre julio y diciembre. Al plantarla, es esencial seleccionar un lugar con sombra parcial y dejar una distancia de 20 centímetros entre los bulbos para permitir un crecimiento adecuado. Aunque poco exigente, esta planta requiere un riego regular: cada dos o cuatro días, dependiendo de la temperatura, y cada diez a quince días durante la floración. De esta manera, podrás disfrutar de su hermoso espectáculo floral con un mantenimiento mínimo.