Las intensas lluvias que han azotado Bolivia en las últimas semanas han dejado un saldo trágico, con un total de 23 personas fallecidas y más de 109.156 familias afectadas por inundaciones y deslizamientos de tierra. Esta situación ha generado una crisis en ocho regiones del país, según informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
“En este momento, ocho departamentos y 22 municipios han sido declarados en estado de desastre debido a las fuertes lluvias. Lamentablemente, el número de fallecidos ha aumentado a 23”, declaró Calvimontes.
Las víctimas mortales se han registrado en varias regiones, incluyendo La Paz, Cochabamba, Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz y Potosí. Actualmente, se estima que unas 26.500 familias han sido directamente perjudicadas por estos eventos climáticos, mientras que otras 82.656 familias se ven afectadas de forma indirecta.
En total, se han contabilizado 76 municipios afectados, 1.314 comunidades impactadas y un total de 109.156 familias damnificadas. Además, se reportan 655 viviendas con daños considerables y 332 viviendas totalmente destruidas.
El viceministro Calvimontes señaló que la última emergencia registrada tuvo lugar en la ciudad de Cobija, en el departamento de Pando, donde el desbordamiento de un río provocó graves inundaciones. La situación en esta región, que limita con Brasil, es especialmente delicada.
La magnitud de esta crisis ha llevado a las autoridades bolivianas a desplegar medidas de emergencia para asistir a la población afectada y coordinar labores de rescate y ayuda humanitaria. La solidaridad y el apoyo de la comunidad nacional e internacional son fundamentales en este momento crítico para el país.
Mientras tanto, se espera que las condiciones meteorológicas mejoren en las próximas semanas para poder iniciar labores de reconstrucción y recuperación en las zonas afectadas por las inundaciones y deslizamientos de tierra en Bolivia.