Este domingo, los ecuatorianos se preparan para acudir a las urnas en medio de un “conflicto interno” instaurado por el presidente Daniel Noboa hace un año para combatir las bandas criminales. A pesar de los esfuerzos, la estrategia no ha logrado controlar la violencia y el desenlace aún es incierto.
Según las estadísticas de la Policía, las muertes violentas han descendido un 15 % en 2024 en comparación con el año anterior, totalizando 6.964 en lugar de las 8.237 de 2023, cuando se registró la tasa más alta de homicidios en América Latina. Sin embargo, la violencia sigue siendo elevada y delitos como secuestros y extorsiones continúan en aumento.
En medio de este contexto, se celebrarán las elecciones en Ecuador. Carla Álvarez, docente e investigadora del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), señaló que a pesar de la disminución de las muertes violentas, el país aún no puede considerarse en paz. Otros delitos y amenazas contribuyen a la sensación de inseguridad entre la población.
Álvarez mencionó que la proclamación de conflicto armado y estado de excepción ha permitido la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles para colaborar con la Policía en temas de seguridad y en la gestión de las cárceles. Sin embargo, en su opinión, esta colaboración no ha dado los resultados esperados.
En este contexto de incertidumbre y desafíos en materia de seguridad, los ecuatorianos se preparan para votar en unas elecciones que se desarrollarán en medio de un ambiente tenso y marcado por la violencia.