El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encuentra en medio de una complicada situación política a poco más de un año de finalizar su mandato. En un anuncio realizado el domingo 9 de febrero, Petro solicitó la renuncia protocolar de sus ministros y directoras de departamentos administrativos en un intento por abordar la crisis que enfrenta su gobierno.
Petro expresó la necesidad de realizar cambios en su gabinete para asegurar un mayor cumplimiento del programa establecido por el pueblo. Durante los meses restantes de su administración, el presidente se centrará en garantizar el cumplimiento de dicho programa.
Este movimiento evidencia la crisis política que atraviesa el presidente, la cual se intensificó luego de un extenso Consejo de Ministros realizado el 4 de febrero y televisado para promover la transparencia. En esta reunión, las diferencias internas y la falta de cohesión en el equipo de Petro quedaron en evidencia.
El nombramiento de Armando Benedetti como jefe de despacho de Petro también generó tensiones en el gobierno. Benedetti, una figura polémica en la política colombiana, ha sido mencionado en casos de corrupción y acusado de actos machistas, además de ser señalado como una persona adicta al poder.
Tras el Consejo de Gabinete, se produjo una serie de renuncias de figuras claves del gobierno de Petro, incluyendo a Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, y a Susana Muhamad, ministra del Medio Ambiente. Otras renuncias protocolarias se sumaron al panorama, como la de Gloria Inés Ramírez, ministra de Trabajo, y Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, entre otros.
En resumen, la renuncia protocolar de ministros y directores administrativos, así como las tensiones internas y las renuncias en el gobierno de Gustavo Petro, reflejan la compleja situación política que enfrenta el mandatario colombiano en la recta final de su mandato.