En medio de un día tumultuoso para los mercados globales, los activos argentinos se vieron afectados por una fuerte caída. Las acciones de empresas nacionales que cotizan en Wall Street cayeron más del 8%, mientras que los bonos en dólares retrocedieron más del 2%. Como resultado, el riesgo país superó los 700 puntos y cerró en 710 unidades, después de haber alcanzado mínimos a principios de año.
El índice Merval, que había mostrado signos de recuperación el día anterior, sufrió una caída del 5,1% medido en dólares al contado con liquidación, acumulando una pérdida del 19% desde su punto máximo el 9 de enero. Las entidades bancarias fueron las más golpeadas, con los ADRs de Supervielle, BBVA y Galicia cayendo entre un 7% y un 8,2%.
A pesar de la turbulencia financiera, el Banco Central logró comprar 169 millones de dólares más en el mercado cambiario, sumando más de 820 millones en lo que va de febrero. El ministro de Economía, Luis Caputo, restó importancia a la caída de los activos argentinos, argumentando que se trata de una toma de ganancias tras las fuertes alzas del año pasado. Sin embargo, analistas señalan que el mercado está a la espera de definiciones sobre la salida del cepo cambiario y un posible acuerdo con el FMI, lo que podría estar generando incertidumbre entre los inversores.
En resumen, la jornada fue negativa para los mercados argentinos, con una caída significativa en las acciones y un aumento en el riesgo país. La incertidumbre respecto a cuestiones clave como el levantamiento del cepo cambiario y un acuerdo con el FMI sigue afectando la confianza de los inversores. La situación financiera del país sigue siendo motivo de atención en medio de un escenario global volátil.