El Rey de los Piratas del Cactus: El caso de Andrea Piombetti
Andrea Piombetti, un ciudadano italiano conocido como “El Rey de los Piratas del Cactus”, ha sido condenado a 18 meses de prisión y a pagar una multa de €25.000 por su participación en uno de los casos más significativos de tráfico de plantas en Chile. Este caso destaca la creciente demanda y el valor de los cactus, que, a pesar de su apariencia espinosa y poco atractiva, son altamente valorados en el mercado internacional debido a su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas.
El descubrimiento de los cactus Copiapoa
En febrero de 2020, las autoridades encontraron casi mil ejemplares de cactus del género Copiapoa, una especie que solo se encuentra en el Desierto de Atacama en Chile. Según información proporcionada por el portal de la Fiscalía de Chile, entre los años 2013 y 2019, Piombetti, quien se autodenominaba coleccionista, realizó siete viajes a la localidad de Taltal, donde documentó, fotografió y extrajo un total de 964 ejemplares de cactus Copiapoa. El valor estimado de estas plantas alcanzaba un millón de dólares.
La caída de Piombetti
El arresto de Piombetti no se debió a sus actividades relacionadas con los cactus, sino a una serie de eventos que comenzaron en 2013. En ese año, la aduana del Aeropuerto de Milán-Malpensa interceptó un envío que contenía 143 cactus con documentos fitosanitarios falsificados, los cuales estaban destinados a la residencia de Piombetti en Senigallia, Ancona. Tras una inspección, se descubrieron más cajas de cactus en su hogar y en la vivienda de un amigo cercano, aunque el caso fue archivado sin mayores consecuencias en ese momento.
En 2020, el jefe de la unidad de comercio de especies en peligro de extinción de la policía italiana, Simone Cecchini, recibió una denuncia que acusaba a Piombetti de haber robado un brote de un vivero local, propiedad del botánico Andrea Cattabriga. Durante la investigación, Piombetti inicialmente se negó a permitir el acceso a su hogar y se atrincheró durante 10 minutos, según lo informado por un teniente coronel. Aunque el brote nunca fue encontrado, se descubrieron más de 1.000 cactus Copiapoa en su propiedad.
La evidencia y la red de tráfico
La policía encontró un pasaporte que Piombetti había afirmado haber perdido, el cual documentaba cinco viajes a Chile entre 2016 y 2019. Además, en su computadora y teléfono móvil se hallaron datos que llevaron a la identificación de Mattia Crescentini, su cómplice, así como a una red de otros 10 comerciantes ilegales de plantas y 10 compradores frecuentes.
Las plantas eran promocionadas en redes sociales y sitios web de subastas, siendo vendidas a clientes en todo el mundo. El valor total de las plantas robadas se estimó en un millón de euros. Cattabriga describió las plantas como “increíbles” y “antiguas, de cientos de años”, mientras que Piombetti las calificó de “perfectas”.
El juicio y la sentencia
La operación, conocida como “Operación Atacama“, se convirtió en una de las mayores investigaciones sobre tráfico de cactus en Europa, resultando en un juicio contra Piombetti y Crescentini. Después de cinco años de litigios por violar la Convención del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), en enero de este año, Piombetti fue sentenciado a 18 meses de prisión y a una multa de €25.000. Su cómplice, Crescentini, recibió una pena de 12 meses de prisión y una multa de €18.000. El tribunal determinó que las acciones de Piombetti no solo infringieron la ley, sino que también constituyeron un delito contra la naturaleza.
En conclusión, el caso de Andrea Piombetti, “El Rey de los Piratas del Cactus”, pone de manifiesto la importancia de proteger la flora y fauna silvestres, así como la necesidad de combatir el tráfico ilegal de especies. La condena de Piombetti y su red de tráfico es un paso en la dirección correcta para preservar la biodiversidad y el equilibrio ecológico en nuestro planeta.