Dormir con el cabello mojado: un gesto inofensivo que puede ser perjudicial
Dormir con el cabello mojado puede parecer un gesto inofensivo, pero puede tener repercusiones en la salud del cuero cabelludo. Aunque los efectos no son inmediatos, la práctica habitual de acostarse con el pelo húmedo puede llevar a daños estructurales y afecciones dermatológicas que, con el tiempo, afectan la calidad y resistencia del cabello.
Rotura capilar: riesgo más frecuente
La principal preocupación relacionada con dormir con el cabello mojado no es solo estética, sino también estructural. El cabello experimenta cambios físicos que lo vuelven más elástico, frágil y vulnerable. Esto se debe a que la humedad provoca la apertura temporal de la cutícula, que es la capa externa protectora del tallo capilar. La Dra. Carol Cheng, dermatóloga pediátrica de UCLA Health, explica que “la humedad provoca que la cutícula se estire temporalmente, lo que hace que el cabello sea más propenso a romperse”.
La fricción con la almohada durante el sueño, que incluye movimientos involuntarios y giros de cabeza, intensifica el daño, ya que el cabello húmedo resiste menos tensión. Si esta práctica se realiza de manera esporádica, puede provocar quiebre en la masa capilar, pero la exposición repetida debilita el cabello a largo plazo. La Dra. Cheng señala que el daño visible suele producirse ocasionalmente, pero se convierte en un hábito repetido que agrava la situación.
Hongos en el cuero cabelludo
Dormir con el cabello mojado también crea un entorno propicio para el crecimiento de microorganismos. Uno de los hongos comunes y potencialmente problemáticos es la levadura Malassezia, que vive naturalmente en la piel. Según la Dra. Cheng, la combinación de raíces húmedas y un ambiente cálido favorece la proliferación de Malassezia, lo que puede provocar caspa. En algunos casos, esta proliferación excesiva puede derivar en afecciones como la dermatitis seborreica, que se caracteriza por áreas de piel grasa, enrojecida y descamación. Esta inflamación del cuero cabelludo, aunque común, puede empeorar en condiciones ambientales constantes.
La Dra. Marisa Garshick, dermatóloga certificada en la ciudad de Nueva York, advierte que “técnicamente, es posible que se desarrolle moho en toallas o almohadas que no se secan bien”. Dormir con el cabello mojado representa un peligro inminente, y el problema se agrava si se convierte en parte de la rutina nocturna.
Factores que influyen en el daño capilar
Además de la humedad, otros factores como el estado general del cabello, la presencia de tratamientos químicos y el uso de herramientas de calor también influyen en la salud capilar. La Dra. Garshick señala que “el tipo de cabello importa; no todos los cabellos enfrentan el mismo riesgo”. Por ejemplo, las personas con cabello grueso y rizado pueden tener mejores resultados debido a que sus fibras son más fuertes. En contraste, el cabello fino, decolorado o tratado químicamente es más propenso a dañarse cuando está mojado. Esto significa que los consejos de prevención son aplicables a todos, pero quienes tienen cabello más delicado deben ser especialmente cautelosos.
Cómo reducir los riesgos
Si secar el cabello completamente antes de dormir no es una opción, existen alternativas que pueden ayudar a limitar los efectos negativos. Las especialistas consultadas han recomendado principalmente tres medidas:
- Secar el cabello al aire: Se aconseja enfocarse en la zona expuesta al contacto donde se concentran hongos y bacterias.
- Usar una toalla de microfibra: Envolver el cabello en una toalla de microfibra puede ayudar a absorber el exceso de humedad y evitar que el cabello esté empapado al momento de acostarse. La Dra. Mary L. Stevenson del Centro Médico Langone NYU enfatiza que “empapar la almohada crea un ambiente favorable para los hongos”.
- Evitar peinados ajustados: Aunque los peinados sueltos pueden parecer cómodos, no son recomendables cuando el cabello está mojado. La Dra. Garshick advierte que un peinado apretado, especialmente cuando el cabello está húmedo, puede ejercer tensión sobre los folículos pilosos, lo que incrementa la rotura y la caída del cabello, especialmente en zonas como las sienes y la coronilla.
Además, el uso de fundas de seda puede ser una solución efectiva, ya que cambiar la superficie de contacto puede marcar una diferencia en términos de fricción. Las fundas de algodón, que son ásperas, pueden generar fricción, mientras que las de seda permiten que el cabello se deslice fácilmente, reduciendo así la rotura durante el sueño.
Conclusión
Si bien la idea de dormir con el cabello mojado puede parecer inofensiva, es importante considerar los efectos a largo plazo que esta práctica puede tener en la salud del cuero cabelludo y la integridad del cabello. La rotura capilar y el crecimiento de hongos son solo algunas de las preocupaciones que pueden surgir. Por lo tanto, implementar medidas preventivas puede ser clave para mantener un cabello fuerte y saludable. La atención adecuada a los hábitos de cuidado del cabello no solo contribuye a su belleza, sino también a su salud general.