Un valiente relato: Marta Fort y su experiencia con la hemiparesia
El pasado viernes por la tarde, el mundo del podcasting se vio enriquecido con un nuevo episodio de Ángeles y demonios, conducido por la carismática Angie Landaburu. Esta vez, la invitada fue Marta Fort, hija del reconocido empresario y mediático Ricardo Fort, quien se adentró en un tema profundamente personal: su experiencia con la hemiparesia, una condición neurológica que ha marcado su vida desde su nacimiento. Durante la conversación, Marta compartió su historia con una mezcla de valentía y sinceridad, lo que rápidamente resonó en las redes sociales, convirtiéndose en un tema viral.
Detalles sobre la hemiparesia
En un mensaje que publicó en sus historias de Instagram, Marta Fort se tomó un tiempo para aclarar aspectos sobre la hemiparesia, la cual explicó como un problema que sufrió al nacer. En sus palabras: “Aclaración: expliqué qué era hemiparesia, problema que tuve en mi nacimiento, pero gracias a que llevo más de 20 años trabajando en kinesiología y otros tratamientos, logré normalizar ambos lados de mi cuerpo”. Con esta afirmación, Marta buscó desmitificar su condición y proporcionar un mensaje de esperanza y superación, aclarando que en la actualidad se encuentra en buen estado de salud.
El relato de su infancia
Durante el episodio, Marta narró su infancia con una voz tranquila pero cargada de emociones. Recordó los momentos difíciles que enfrentó al nacer, cuando sufrió una pérdida de oxígeno que afectó su cerebro. “Básicamente, cuando un bebé nace, se queda unos segundos sin oxígeno, lo que puede dejar secuelas”, explicó. En su caso, el daño se localizó en el lado derecho del cerebro, lo que impactó su motricidad. Su testimonio no solo es un relato de lucha, sino también una reflexión sobre su vida y cómo ha superado los obstáculos.
El apoyo familiar y el proceso de recuperación
El papel de su familia fue crucial en su proceso de recuperación. Marta agradeció a sus seres queridos, en particular a su padre, quien se movió “como un león” para conseguir la mejor atención médica posible. “Hice —y sigo haciendo— mucha kinesiología. Es un trabajo constante, nunca termina, depende mucho del grado de afectación y del tiempo que pasó hasta el tratamiento”, enfatizó, subrayando la importancia de su esfuerzo y dedicación en su proceso de sanación.
Reflexiones sobre su desarrollo personal
La conversación con Angie Landaburu también abordó cómo la experiencia de ser una persona con hemiparesia ha influido en su carácter y en su desarrollo personal. Marta, con sinceridad, reconoció que su situación ha sido una fuente de aprendizaje. “Sí. Yo siento que, por suerte, me duró, sí, podría haber sido peor”, reflexionó. A pesar de los retos, enfatizó que su hogar le brindó un ambiente de normalidad, contrastando con las experiencias de algunos de sus compañeros, lo que le permitió forjar una identidad resiliente.
Momentos difíciles de la infancia
Marta también se abrió sobre uno de los episodios más desafiantes de su infancia: el uso de una ortesis, conocida como “valva”. Este dispositivo, que debía llevar en la rodilla y el pie, se convirtió en un símbolo de su lucha diaria. “Fue entre los 4 y 5 años hasta los 12 o 13. Era básicamente ir al colegio, daba vergüenza decir ‘bueno, mirá la bota, listo, soy yo, ya está’”, relató, evocando sentimientos de vulnerabilidad y la necesidad de aceptación que todos los niños enfrentan. Su relato conmovedor mostró una faceta de su vida que a menudo queda oculta tras la imagen pública que proyecta.
Un mensaje de superación
La aparición de Marta Fort en el podcast Ángeles y demonios no solo ofrece una mirada íntima sobre su vida, sino que también sirve como inspiración para aquellos que enfrentan adversidades. Su historia resalta la importancia del apoyo familiar, la perseverancia y la búsqueda de ayuda profesional. A través de su apertura y valentía, Marta invita a otros a abrazar sus diferencias y a no dejarse limitar por ellas.
Conclusiones
El relato de Marta Fort sobre su vida y su lucha con la hemiparesia es un recordatorio poderoso de que nuestras experiencias, aunque desafiantes, pueden ser transformadas en herramientas de crecimiento personal. Su testimonio no solo busca informar, sino también empoderar a quienes se encuentran en situaciones similares, mostrándoles que es posible vivir plenamente y con éxito, independientemente de las dificultades que se presenten en el camino. Al final del día, el valor de compartir estas historias radica en la esperanza que pueden brindar a otros, recordándoles que no están solos en su lucha.
