El Ministerio de Cultura de Grecia ha suscitado una intensa controversia en el ámbito cultural y audiovisual tras rechazar la solicitud del reconocido cineasta griego Yorgos Lanthimos para filmar una escena de su próxima película en la Acrópolis de Atenas. Esta decisión, fundamentada en razones de preservación simbólica, ha sido objeto de duras críticas por parte de diversos sectores de la industria cinematográfica local, que consideran que la resolución es arbitraria y carece de fundamentos técnicos. Lanthimos, galardonado con un Óscar por su película Pobres criaturas, se ha consolidado como uno de los directores griegos más destacados a nivel internacional.
Solicitud de filmación y rechazo
El cineasta había solicitado permiso para rodar una secuencia de su nuevo proyecto, una comedia de ciencia ficción titulada Bugonia, en este emblemático sitio arqueológico. Según fuentes del propio ministerio, la propuesta incluía la representación de alrededor de 70 cadáveres ficticios distribuidos entre los Propileos y el Partenón, lo cual fue considerado por el Consejo Arqueológico Central (KAS) como “incompatible con el simbolismo y los valores que representa la Acrópolis”. En su resolución, el organismo gubernamental, dirigido por Lina G. Mendoni, argumentó que el contenido estético y narrativo “no armonizaba con la imagen patrimonial” del lugar.
Alternativas ofrecidas y reacciones
No obstante, el ministerio ofreció a la productora la posibilidad de utilizar espacios alternativos cercanos, como las colinas de Pnyx y Filopappos, o la calle peatonal Areopagitou, manteniendo el apoyo institucional al proyecto en términos generales. A pesar de la negativa formal, el ministerio había autorizado inicialmente una exención para el rodaje en la Acrópolis, reservando un horario específico el jueves 10 de abril, de 6 de la mañana a 12 del mediodía, estableciendo una tarifa diaria de 1.984 euros, IVA incluido. Sin embargo, la opinión mayoritaria del KAS consideró que dicha autorización quedó sin efecto.
La Asociación de Productores Audiovisuales Independientes (SAPOE) manifestó públicamente su desacuerdo, calificando la decisión como producto de “juicios estéticos subjetivos” por parte de algunos miembros del órgano consultivo. En un comunicado, SAPOE sostuvo que la decisión se basó en afirmaciones genéricas y no en un análisis técnico patrimonial riguroso. “Un acto administrativo mal justificado priva al director de la actualidad de una oportunidad única”, afirmó la organización. También criticaron la filtración ilegal a los medios de comunicación, atribuida a funcionarios del ministerio, que, según denunciaron, habría violado el deber de confidencialidad y afectado los derechos de propiedad intelectual del equipo creativo, en un contexto donde el Parlamento ha endurecido recientemente las sanciones contra la piratería digital.
Debate sobre permisos y rodajes
Uno de los puntos debatidos es el precedente histórico en cuanto a las autorizaciones para rodajes en la Acrópolis. Mientras se alega que se han utilizado numerosas ocasiones para producciones cinematográficas, se subraya que solo cinco películas han recibido permiso desde la década de 1950, lo que refleja un criterio particularmente restrictivo en comparación con otros sitios arqueológicos del país. En contraste, lugares como el Odeón de Herodes Ático y el Estadio Panatenaico han sido utilizados con mayor frecuencia para fines culturales e incluso publicitarios. Esta discrepancia alimenta la percepción de que el acceso a la Acrópolis permanece sujeto a una lógica de excepcionalidad que, según algunos actores del sector, debería ser revisada.
El rechazo ha tenido consecuencias inmediatas para la producción. La empresa griega Either Or Productions decidió cancelar una parte clave de la filmación y optó por abandonar cualquier intento de rodaje en el área arqueológica adyacente. Como consecuencia, se produjo el despido del personal contratado para ese segmento de la filmación, incluidos técnicos, así como la anulación del alquiler de equipos. A pesar de haber confiado en obtener la aprobación, la presentación tardía de la solicitud refuerza que contaban con un respaldo inicial. Incluso se llegó a suspender parcialmente la venta de entradas para los días 14 de abril, en previsión del rodaje, aunque finalmente se revirtió la cancelación definitiva de la filmación.
Este caso ha suscitado un amplio debate sobre el equilibrio entre la protección del patrimonio y el impulso de la creación artística contemporánea. Se defiende la postura de que, en nombre del respeto al carácter universal del monumento, la comunidad sostiene que una visión dinámica y dialogante permitiría proyectar la cultura al mundo, además de consolidar la identidad del cine global. En un país donde la producción local lucha por mantenerse visible en el mercado, las decisiones —sostienen desde SAPOE— pueden interpretarse como un obstáculo innecesario que demuestra el potencial creativo exportador. Sin una solución concertada, la historia original, de origen surcoreano, será protagonizada nuevamente por Emma Stone y se rodará en otra localización. El estreno está previsto para noviembre de 2025, aunque las escenas probablemente seguirán resonando hasta su lanzamiento.