Reuters. Tumbes, Perú. Miles de venezolanos llegaron a Perú a pesar de las enérgicas medidas contra los migrantes sin pasaportes o visas para frenar el masivo arribo de personas desde la atribulada nación petrolera, mientras muchos de los que carecían de los documentos necesarios se aferraban a la presentación de solicitudes de asilo.
El colapso económico de Venezuela bajo el mando de Nicolás Maduro ha desatado la mayor crisis migratoria en la historia reciente de América Latina, obligando a países como Perú, una nación de 32 millones de habitantes, a lidiar con un aumento sin precedentes de inmigrantes.
Bajo las nuevas reglas impuestas el sábado, los migrantes deben tener pasaportes y visas antes de llegar a Perú, cerrando la puerta a muchos venezolanos que no pueden pagar el costo de estos documentos.
Sin embargo, los solicitantes de asilo no están obligados a tener pasaportes en virtud del derecho internacional, lo que da a los venezolanos de más escasos recursos una vía para sortear los cambios regulatorios.
Un grupo de venezolanos desesperados buscó entrar a Perú antes del inicio de la aplicación de la medida. Un récord de 4.700 solicitudes de asilo se presentaron en Perú el viernes, parte de los más de 8.000 venezolanos que ingresaron al país ese día, según la agencia de refugiados de Naciones Unidas, ACNUR.
Miles de venezolanos esperaron el sábado haciendo largas filas en un puesto de control fronterizo de la ciudad de Tumbes. Algunos de ellos habían caminado durante semanas para llegar a Perú, según funcionarios de la ONU.
“Este es mi último recurso. Espero que me dejen entrar”, dijo Yaisy Segovia mientras esperaba llenar una solicitud de asilo en una de las tiendas de campaña de ACNUR.
Segovia, de 32 años, dijo que dejó a sus tres hijos con sus abuelos en Venezuela para buscar trabajo en Perú.
Después de largas caminatas y de tomar autobuses en Colombia y Ecuador, Segovia llegó a Tumbes, pero el viernes le robaron sus documentos de inmigración y su dinero.
“Sólo quiero que este viaje termine”, añadió.
Nuevas leyes
Naciones Unidas estima que 4 millones de refugiados y de migrantes venezolanos han huido de la violencia política y la escasez generalizada de alimentos y medicamentos básicos en su país.
La crisis se ha profundizado desde que Estados Unidos impuso en enero duras sanciones a la industria petrolera de la nación miembro de la OPEP, en un esfuerzo por derrocar al izquierdista Maduro y permitir la llegada al poder del presidente encargado, Juan Guaidó.
Según cifras del Gobierno, Perú ha recibido a unos 800.000 migrantes venezolanos, la segunda población más grande de personas de este país después de Colombia, que alberga a más de 1,2 millones.
Hace solo dos años, Perú había introducido nuevas leyes migratorias para recibir a los venezolanos, al repartir cientos de miles de tarjetas de residencia especiales para que los recién llegados pudieran trabajar legalmente, ir a la escuela y acceder al sistema público de salud.
Pero esto ha cambiado desde entonces, en medio de crecientes temores entre la población local de que los migrantes venezolanos están provocando una caída de los salarios y aumentado la delincuencia.
Regina de la Portilla, portavoz de ACNUR en Perú, dijo que desconocía a cuántos venezolanos que buscan asilo se les ha prohibido ingresar a Perú, aunque destacó que la mayoría de los venezolanos que han abandonado en masa su patria deben ser considerados como refugiados, dada la grave crisis humanitaria.
Perú, no obstante, aplica una definición más ajustada al concepto de refugiado. El Gobierno del presidente Martín Vizcarra dijo que el 99 % de los venezolanos que solicitan asilo en su país no califican para ello, lo que aumenta la posibilidad de que casi 280.000 venezolanos pierdan la protección legal que les brinda el sistema de refugiados.