El Segundo Tribunal Ambiental anula el proyecto “San Nicolás” en San Miguel
El Segundo Tribunal Ambiental de Chile ha tomado una decisión trascendental al acoger la reclamación presentada por un grupo de vecinos de la comuna de San Miguel, resultando en la anulación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que había aprobado el controvertido proyecto inmobiliario denominado “San Nicolás”, impulsado por la inmobiliaria Delabase. Esta decisión se fundamenta en preocupaciones ciudadanas sobre los riesgos a la salud asociados con la presencia de arsénico en el suelo del terreno donde se preveía la construcción.
Un fallo basado en preocupaciones ciudadanas
En su fallo, el tribunal señaló que el proceso de evaluación ambiental no había considerado adecuadamente las observaciones realizadas por la comunidad sobre los riesgos sanitarios que implicaba la presencia de arsénico en el terreno. “No se ha fundamentado debidamente el descarte del riesgo a la salud de la población, de manera tal que no se ha dado respuesta adecuada a las observaciones ciudadanas presentadas en relación con este punto”, reza la sentencia emitida por el tribunal, presidido por la ministra Marcela Godoy Flores y acompañado por los ministros Cristián Delpiano Lira y Cristián López Montecinos.
La resolución del tribunal no solo anula la RCA, sino que también deja sin efecto el procedimiento de evaluación ambiental del proyecto. Además, se establece que la inmobiliaria deberá, si así lo considera, reingresar el proyecto a la evaluación ambiental por la vía correspondiente, lo que abre la puerta a una posible revisión más exhaustiva de las implicaciones del proyecto para la salud pública.
Presencia de arsénico y sus implicancias
Un aspecto fundamental que llevó a la anulación del proyecto fue la manera en que la empresa Delabase trató la cuestión de la presencia de arsénico en el terreno. La inmobiliaria atribuyó la contaminación a un supuesto origen natural, sin proporcionar evidencia técnica suficiente para respaldar tal afirmación. Esto fue considerado inadmisible por el tribunal, que subrayó la falta de rigor en el análisis de riesgos.
El Estudio de Suelo presentado en la Adenda Complementaria fue calificado como insuficiente por el tribunal, ya que no incluyó un análisis de especiación química que permitiera identificar el tipo de arsénico presente, así como su posible origen. Esta omisión impidió a los evaluadores descartar adecuadamente los potenciales efectos adversos sobre la salud humana, lo que generó un ambiente de incertidumbre y preocupación en la comunidad.
Rechazo de otras alegaciones
Aunque el tribunal dio la razón a los vecinos en lo que respecta a la presencia de arsénico, desestimó otras alegaciones relacionadas con el proyecto. Estas incluyeron preocupaciones sobre el área de influencia del proyecto, la estimación de habitantes que residirían en los nuevos departamentos, los efectos acumulativos con otras construcciones, así como el impacto en la conectividad, estacionamientos y acceso a servicios públicos.
El proyecto “San Nicolás” contemplaba la construcción de dos torres de 12 pisos, junto con una placa comercial que albergaría 16 locales, 378 departamentos, 358 estacionamientos y 523 bicicleteros. A pesar de la magnitud y del potencial desarrollo urbanístico que ofrecía, la preocupación por la salud pública prevaleció en la decisión del tribunal.
La voz de la comunidad
La reclamación fue presentada el pasado 5 de junio por un grupo de vecinos compuesto por María Pino Maldonado, Marcela Mason Villalón e Ismael Mena Abrigo, quienes alzaron su voz en contra de los riesgos sanitarios del proyecto. Su valentía al cuestionar la seguridad del desarrollo inmobiliario resalta la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan la salud y el bienestar de las comunidades.
Este fallo del Segundo Tribunal Ambiental no solo marca un precedente importante en la regulación de proyectos inmobiliarios en Chile, sino que también subraya la necesidad de considerar de manera seria y responsable las preocupaciones de los ciudadanos. La salud pública debe ser siempre la prioridad en cualquier evaluación ambiental, y este caso es un recordatorio de que la voz de la comunidad puede tener un impacto significativo en la planificación urbana y en la protección del medio ambiente.
Conclusiones: Un nuevo camino para la evaluación ambiental
La anulación del proyecto “San Nicolás” por parte del Segundo Tribunal Ambiental es un paso significativo hacia una mayor transparencia y rigor en los procesos de evaluación ambiental en Chile. La decisión resalta la importancia de realizar estudios exhaustivos que consideren no solo los aspectos técnicos y económicos, sino también los riesgos que pueden afectar a la salud de la población. La comunidad de San Miguel ha demostrado que, a través de la organización y el cuestionamiento, es posible desafiar decisiones que no priorizan el bienestar colectivo. En un momento donde el desarrollo urbano es crucial, este caso invita a replantear cómo se llevan a cabo las evaluaciones ambientales y cómo se integran las voces de quienes habitan en las áreas afectadas.