Cuando los likes y followers definen tu comportamiento

Likes y followers

Conchita Torres Sirit / @Psiconchy

Indagando en las redes sociales he percibido lo importante que se han convertido para las personas, ya sea para mantener una conexión interpersonal o como una herramienta de trabajo para publicitar productos y servicios.

Hace un tiempo era muy común escuchar la frase “sígueme y te sigo” como una manera de popularizarnos en relación con la cantidad de seguidores que teníamos, aunque esa tasa ha aumentado tanto que muchos han llegado a comprar seguidores.

Sí, te preguntarás ¿cómo compran seguidores? Pues existen personas que se dedican a vender “carpetas” con cantidades de personas (reales o falsas) en cualquier parte del mundo para que ese usuario aumente de manera rápida y sencilla sus seguidores, los cuales posiblemente no pueda obtenerlos tan rápido por vías tradicionales.

¿Por qué alguien gastaría dinero comprando cuentas falsas solo para llenar un número?

Esto me llevó a descubrir el efecto que tiene el poseer muchos seguidores en tu cuenta de Instagram, Twitter o Facebook, que aparte de darle un “falso poder” a algunas personas también tiene sus consecuencias en la conducta.

Uno de estos efectos es la sensación de recompensa por dopamina: esta fue reconocida en 2017 por Sean Parker (expresidente de Facebook) y consiste en que cada vez que recibimos likes, más followers u otro refuerzo positivo en las redes sociales, nuestro cuerpo libera una pequeña cantidad de un neurotransmisor que nos produce una sensación placentera. Los críticos de las redes sociales dicen que estas son diseñadas premeditadamente para explotar la vulnerabilidad psicológica con el fin de acaparar nuestra atención. 

La segunda razón es la necesidad de validación social: una gran parte de las decisiones y el comportamiento de una persona no surgen propio juicio sino de la observación del comportamiento y las opiniones de los individuos que la rodean. Cuanto más insegura se siente, más necesita que los demás validen su visión de la realidad. 

Superación por asociación: cuando las personas no pueden alcanzar logros notorios por sus propios medios entonces se unen a grupos exitosos para gozar de una porción de la victoria. Hacerse fanático de un equipo de fútbol proporciona la misma emoción de un partido y el entusiasmo de ganar sin necesidad de correr 90 minutos en una cancha detrás de un balón. Por lo tanto las app como Twitter e Instagram proporcionan el medio perfecto para la dinámica de superación por asociación.

Todos los seres humanos sentimos miedo de quedarnos solos: esto es normal, nuestra supervivencia como especie se basa en la capacidad que tenemos para opera interactuar en grupos. Por consiguiente un ser humano aislado corre peligro. Entonces, de manera inconsciente, tratamos de acercarnos a los demás para sentirnos menos solos.

Algunos empiezan a seguir a muchos usuarios con la esperanza de que les devuelvan el follow

Las relaciones sólidas se fundamentan en el pilar de la confianza y la confianza se consigue mayormente mediante la relación íntima con otra persona, pero abrir nuestra intimidad nos hace sentirnos vulnerables. Entonces nos encontramos con un montón de personas que, por un lado, quieren sentirse menos solas, pero, por otro, no quieren sacrificar su intimidad.

La solución que adoptan estas personas es presentar al público una versión censurada de sí mismas que les permita conectar con los demás pero sin exponerse al riesgo de la decepción. Y las redes sociales son la herramienta perfecta para la publicación de este tipo de personalidades adaptadas a lo que se considera socialmente aceptable.

Es un error común, sobre todo cuando comenzamos nuestro camino en las redes sociales, empezar a seguir a muchos usuarios con la esperanza de que nos devuelvan el follow, pero no es muy buena idea. Por eso debemos detenernos y analizar qué queremos conseguir, una comunidad de calidad o, por el contrario, una comunidad no conformada, ya que para formarla no son suficiente los usuarios, es necesario que haya un contenido de calidad e interacciones.

Con base en esto son muchos quienes compran seguidores y fans, tal vez movidos por un ego excesivo y por la despreocupación por su comunidad. Con esto ya podemos ver cuál es realmente la utilidad de la compra de usuarios en las redes sociales, absolutamente ninguna, solo sirve para ver aumentado el número de  seguidores  y conseguir una popularidad falsa.

A nivel personal me parece extraordinario que las redes sean un medio en el que todos tengamos la oportunidad de compartir experiencias, productos, servicios, pensamientos, ideas, entre otras cosas. Lo que no comparto es el cambio que esto genera en el comportamiento de algunas personas que, si no se regula, puede terminar en afectar su entorno real.

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