Uno de los insectos más repudiados por el ser humano podría estarse volviendo inmune a los insecticidas y pesticidas más comunes.
Luna Espejo / @ilunae
Las cutias, baratas, o como mayormente se conocen, las cucarachas, son el insecto más repudiado por el ser humano y, por ende, la mayoría intenta acabar con ellas haciendo uso de insecticidas domésticos, venenos e incluso contratando exterminadores para acabar con ellas.
Además de ello, se ha comprobado que la saliva, las heces y las partes del cuerpo que dejan atrás no solo pueden provocar alergias y asma, sino que también pueden causar enfermedades en algunos niños.
¿Qué pasaría si los insecticidas que hoy conocemos ya no sean efectivos contra ellas? En una investigación publicada por la revista Nature, un grupo de entomólogos de la Universidad Purdue, de Indiana, asegura que las cucarachas se están volviendo inmunes al uso de pesticidas y por ende mucho más “complicadas” de matar.
En la investigación, que tuvo un plazo de seis meses, los científicos buscaron la forma de erradicar un tipo de cucaracha, la Blattella germanica L., o comúnmente conocida como “cucaracha alemana”, que es uno de los más comunes en los Estados Unidos, Australia y Europa.
“La B. germanica amenaza la salud humana al producir alérgenos desencadenantes del asma, vectorizar microbios resistentes a antibióticos y contribuir a ambientes interiores insalubres. Aunque los insecticidas son esenciales para reducir la población de cucarachas y mejorar los resultados de salud, la resistencia a ellos ha sido una barrera constante para el control de las cucarachas desde la década de 1950″, dice el estudio.
Los resultados arrojados por el mismo indicaron que tras la prueba de tres pesticidas diferentes (y en diferentes presentaciones como aerosol o bolitas de gel) el resultado de eliminar “para siempre” ese tipo de insecto depende exclusivamente que la resistencia que tenga la población completa al veneno que se utilice.
Además de ello, el estudio demostró que los insectos que fueron resistentes al veneno, un total de 10 % de la población estudiada, terminó creciendo tras el estudio.