AP. Quito. Decenas de venezolanos no lograron ingresar a Ecuador el lunes y se vieron forzados a regresar a Colombia luego de que entró en vigor la exigencia de visa impuesta por el gobierno ecuatoriano.
Durante la madrugada del lunes el enrejado por el cual se canaliza el flujo de migrantes fue vaciándose. En ese paso fronterizo de Rumichaca —la principal vía de acceso a Ecuador desde Colombia—, el fin de semana al menos 10.000 venezolanos sí lograron ingresar a Ecuador antes de que entrara en vigencia el nuevo visado.
La exigencia migratoria de Ecuador contempla además un pago de 50 dólares y una entrevista en los consulados de Caracas, Bogotá y Lima, además de llenar una solicitud electrónica en la página de internet de la cancillería.
El pago de 50 dólares excede la capacidad económica de los migrantes venezolanos que en promedio tienen un ingreso mensual cercano a los tres dólares y que afrontan una dura y generalizada crisis que los ha obligado a realizar viajes a pie por Colombia y Ecuador para llegar a destinos como Perú, Chile y hasta Argentina.
El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo comentó desde Bogotá que “cada Estado es libre y soberano de decidir qué medidas tomar para enfrentar el flujo migratorio proveniente de Venezuela”, aunque advirtió que “desde la perspectiva de Colombia la exigencia de documentos o visas no evitará que los migrantes venezolanos sigan saliendo de su país para sobrevivir, sino que tendrá como consecuencia un aumento de la migración irregular”.
Añadió que el paso de los migrantes por lugares no autorizados, llamados trochas, “estimula la delincuencia y la trata de personas poniendo en riesgo su integridad. Además impide que los Estados identifiquen debidamente a la población que ingresa a su país”.
En tanto, en la frontera ecuatoriana con Perú se encontraban varados alrededor de 200 venezolanos que no lograron cumplir los requisitos exigidos para obtener la visa para ingresar a Ecuador.
Organismos internacionales estiman que en Ecuador se han asentado cerca de 300.000 migrantes venezolanos, los cuales han generado una exigencia presupuestaria de cerca de 80 millones de dólares para atender sus necesidades de educación y salud, entre otros.
De no parar el flujo migratorio, se estima que hacia fines de año estarán asentados en Ecuador al menos medio millón de ciudadanos venezolanos.