La contienda más intensa se desarrolla en la Región Metropolitana de Santiago, hogar de la capital, donde compiten dos candidatos con el mismo apellido pero con posturas políticas divergentes: Claudio y Francisco Orrego.
Claudio, quien busca la reelección, es un candidato independiente respaldado por los partidos de Gobierno de centro e izquierda, mientras que Francisco cuenta con el apoyo del pacto de derecha Chile Vamos y el Partido Republicano de tendencia extremista.
Con una ligera ventaja por haber triunfado en la primera vuelta y por su experiencia política y en la gestión como gobernador, Claudio Orrego se perfila como un fuerte contendiente.
Por su parte, Francisco ha ganado notoriedad por su estilo agresivo y descalificador hacia sus oponentes en el programa de televisión Sin Filtros, aunque recientemente ha modulado su discurso y ha cambiado su imagen y comportamiento.
“Este domingo no elegiremos a un líder de una barra brava, sino a un director de orquesta. Para mí, gobernar no es solo hablar, sino actuar, y eso es lo que prometo ofrecer”, declaró Claudio Orrego a los medios de comunicación.
En contraste, su rival expresó: “Si sientes más miedo ahora que antes, si crees que tu vida ha empeorado, la respuesta es clara: ¿por qué votar por aquellos que han estado en el poder durante ocho años?”.
La campaña también se ha visto marcada por la acusación de abuso sexual contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, un caso que ha sido ampliamente explotado mediáticamente por la oposición desde la primera vuelta electoral de octubre pasado.
Temas urgentes para la ciudadanía, como el debate sobre el presupuesto nacional para el próximo año e incluso la cuestión de la seguridad, han quedado eclipsados por el llamado Caso Monsalve.
La derecha ha aprovechado el escándalo para exigir un cambio en el gabinete, lo que la ministra vocera del Gobierno, Camila Vallejo, ha calificado como una manipulación de un caso grave con fines políticos electorales.
Además de la Región Metropolitana de Santiago, otras 10 regiones elegirán a sus máximos representantes, y en dos de ellas ya se conoce la tendencia política del candidato ganador.
En Antofagasta, la victoria será para el oficialismo, ya que compiten dos representantes del mismo sector: la exministra Marcela Hernando, del Partido Radical, y el actual gobernador Ricardo Díaz, independiente respaldado por el Partido por la Democracia.
En cambio, en Los Lagos, la oposición se impondrá, ya que se enfrentan las llamadas “dos derechas”: Alejandro Santana, de Renovación Nacional, y Claudia Reyes, del Partido Republicano de tendencia extremista.
En la primera vuelta del 26 y 27 de octubre, cuatro gobernaciones quedaron en manos de partidos de las coaliciones de gobierno o afines a ellas (Los Ríos, Tarapacá, Ñuble y Magallanes), mientras que la coalición de derecha Chile Vamos se llevó la victoria en Aysén.
Este domingo se definirán también las gobernaciones en Arica y Parinacota, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, el Maule, Biobío y La Araucanía.
A diferencia de la primera vuelta, en esta segunda ronda el voto será obligatorio y aquellos que no emitan su voto sin una justificación válida podrían ser sancionados con multas, lo que se espera que resulte en una alta participación ciudadana.
Estas elecciones son de suma importancia, ya que sus resultados se consideran un indicador de lo que podría suceder en las elecciones legislativas y presidenciales de 2025.
Santiago de Chile, 24 de noviembre de 2024
Crónica Digital/PL