El taxista involucrado en el Caso Monsalve rompió su silencio más de un mes después de la denuncia, proporcionando detalles sobre los eventos que ocurrieron la noche del 22 de septiembre.
El testimonio del taxista que transportó al ex subsecretario y a la denunciante desde el restaurante peruano Ají Seco Místico hasta el Hotel Panamericano ha sido crucial en la investigación del Caso Monsalve, donde el ex jefe de las policías se encuentra en prisión preventiva a la espera del juicio por denuncias de violación y abuso sexual.
Después de declarar ante la Fiscalía para reconstruir los hechos de aquella noche, el taxista habló por primera vez en televisión, expresando su arrepentimiento por no haber intervenido más para ayudar a la mujer, quien estaba visiblemente ebria.
Durante el trayecto, el conductor tuvo que detenerse en una ocasión porque la mujer vomitó en el vehículo. Posteriormente, se dirigieron al departamento de la víctima, donde ella se bajó del auto desorientada. En ese momento, Monsalve la tomó del brazo para reconducirla al vehículo.
El taxista reconoció que no intervino más en la situación al percatarse de que la mujer y Monsalve parecían conocerse y se trataban con cariño. Sin presenciar forcejeos ni situaciones de abuso, el taxista lamentó no haber hecho más para ayudar a la mujer en ese momento.
Finalmente, el taxista admitió que no reconoció a Monsalve cuando lo transportaba y solo se enteró de su identidad mientras declaraba ante la PDI. Realizando un mea culpa por su actuación, el taxista expresó su pesar por no haber ayudado más a la mujer y lamentó no haber intervenido de manera más contundente en la situación.
En resumen, el taxista se disculpó por no haber actuado de manera más diligente en un momento en el que, en retrospectiva, pudo haber brindado mayor ayuda a la mujer.