María Josefa Bonazza, de 79 años, se convirtió en la única sobreviviente del trágico derrumbe del Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, Argentina. En medio de la tragedia, perdió a su esposo y tuvo que esperar más de ocho horas para ser rescatada.
“Ví morir a mi marido”, confesó Bonazza a los medios argentinos al rememorar el momento en que el edificio colapsó. La mujer resultó con fracturas en el hombro izquierdo y en la muñeca derecha, pero a pesar de su dolor, encontró consuelo en que la muerte de su esposo fue instantánea y que no sufrió.
Según su relato, estaban en el hotel desde el día anterior al colapso, cuando escucharon dos explosiones seguidas del derrumbe del edificio. En medio de los escombros, Bonazza intentó mantener la calma mientras buscaba a su esposo, quien lamentablemente no respondía.
Utilizando técnicas de yoga para respirar bajo los escombros, Bonazza logró mantenerse lúcida y hasta utilizó el código Morse para pedir ayuda. Después de varias horas atrapada, los rescatistas lograron encontrarla y trasladarla en helicóptero a un hospital en Mar del Plata.
Agradecida con los rescatistas y conmovida por la pérdida de su esposo, Bonazza reflexionó que, aunque regresó sola a casa, de alguna manera, también volvió a casa. La única sobreviviente del Hotel Dubrovnik concluyó afirmando que nunca imaginó perder al amor de su vida en esa tragedia.