El líder de la milicia fundamentalista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha sido una figura enigmática en la escena política de Siria, especialmente después de liderar el derrocamiento del régimen de Bashar-al Assad. Abu Mohammed al Jawlani, nacido con el nombre de Ahmed al Sharaa en Riad, Arabia Saudita, ha mantenido su identidad envuelta en misterio, con discrepancias sobre su fecha de nacimiento que van desde 1975 hasta 1981.
Al Jawlani se ha mantenido alejado de los reflectores, con detalles escasos sobre su formación académica y su tiempo en Al Qaeda, donde ingresó tras la invasión de Irak en 2003. Después de ser detenido por soldados estadounidenses en 2010, supuestamente tomó contacto con radicales en el Campamento Bucca, lo que lo llevó a dirigir el grupo armado Jabhat al Nusra durante la guerra civil en Siria.
A lo largo de los años, Al Jawlani ha fluctuado entre alianzas con Al Qaeda y distanciamientos, llegando a asegurar en 2016 que había cortado lazos con la organización. A medida que la guerra civil avanzaba, en 2021 expresó que su objetivo era derrocar a Assad en Siria, no promover una yihad global. No obstante, su liderazgo en la coalición que logró expulsar a Assad plantea dudas sobre sus verdaderas intenciones y posturas ideológicas.
A pesar de la incertidumbre que rodea a Abu Mohammed al Jawlani, Estados Unidos continúa ofreciendo una recompensa de US$10 millones por información que lleve a su captura. Con su papel en la escena política de Siria en constante evolución, el líder de HTS enfrenta el desafío de demostrar su compromiso con una agenda menos radical y más centrada en los intereses locales.