El Gobierno de Haití informó el lunes que el número de fallecidos en la masacre perpetrada por una banda armada en Warf Jérémie, en la zona de Cité Soleil del área metropolitana de Puerto Príncipe, ha ascendido a aproximadamente 180 personas. Esta violencia extrema ha llevado a las autoridades a señalar que se ha cruzado una línea roja que no debe ser tolerada en la sociedad.
La banda armada llevó a cabo esta masacre durante tres días, entre el jueves y el sábado de la semana pasada, tras acusar a su líder, Micanor Altes, también conocido como “Wa Mikano” o “rey Mikano”, de haber practicado brujería que supuestamente provocó la grave enfermedad de su hijo.
La situación en Haití ha generado conmoción a nivel nacional e internacional, poniendo de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente la violencia y la inseguridad en el país. Las autoridades han expresado su compromiso en llevar a los responsables de esta masacre ante la justicia y en implementar medidas para prevenir futuros actos de violencia.
La masacre en Warf Jérémie es un trágico recordatorio de los desafíos que enfrenta Haití en términos de seguridad y estabilidad. Se espera que este incidente impulse a las autoridades y a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para abordar la violencia armada y proteger a la población vulnerable en el país caribeño.