Con casi 13.000 seguidores en Twitter, Giselle Dussabaut (@giselle_du_es), presidenta de la organización “Santiago Se Levanta”, ha liderado una campaña a través de las redes sociales que exige la deportación masiva de venezolanos en Chile.
Su argumento actual se basa en la premisa de que los niños chilenos están siendo “masacrados” por niños extranjeros en las escuelas de Santiago.
Desde su organización, insisten en señalar, sin pruebas alguna, que los responsables de la agresión al niño (TEA) serían venezolanos, y acusan a la escuela de encubrir los hechos, acusando que los sostenedores del colegio Cervantes forman parte de “una verdadera red criminal” que enseña a los niños cómo cruzar la frontera por pasos no habilitados.
En este contexto, piden que se intervenga el colegio.
Dussabaut también denuncia lo que considera una campaña de encubrimiento político respecto a los hechos ocurridos, y afirma que “el voto venezolano lo pagan con la sangre de los niños chilenos”, señalando al alcalde Mario Desbordes como uno de los responsables de dicha operación.
En cuanto al diputado Johannes Kaiser, lo califica como el único que ha defendido los derechos de los niños chilenos.
La activista ha afirmado en sus redes sociales que el niño agredido sería el único chileno en su aula, y que la entidad educativa emplea un “tecnicismo legal” para encubrir a los responsables extranjeros. Según su versión, las autoridades del establecimiento hacen pasar como chilenos a todos los extranjeros con RUT.
Además, asegura que el comunicado emitido por la familia, en el que se niega que los agresores sean extranjeros, obedece a las amenazas que han recibido por parte de la comunidad venezolana en el país.
Fuente: El Inmigrante de Chile