El Gobierno argentino ha aprobado un decreto que modifica la legislación sobre el uso de armas de fuego en el país, reduciendo la edad mínima para adquirirlas, portarlas y usarlas a 18 años, tres años menos de lo que establecía la ley anteriormente.
El decreto, firmado por el presidente argentino, Javier Milei; su jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, entra en vigor este martes, coincidiendo con el primer aniversario de Milei en el cargo.
A pesar de esta modificación, la Ley Nacional de Armas y Explosivos continúa exigiendo que los solicitantes no presenten “anormalidades psíquicas o físicas que los incapaciten para la tenencia de armas de fuego”, según informan medios argentinos.
Para adquirir un arma de fuego, los ciudadanos argentinos deberán acreditarse e identificarse ante las autoridades policiales competentes en su lugar de residencia, quienes emitirán un documento que certifique la ausencia de antecedentes policiales o penales en el solicitante.
La Ley Nacional de Armas y Explosivos, aprobada en mayo de 1973, regula el uso, venta, transporte y registro de armas, municiones, explosivos y productos pirotécnicos en Argentina. En mayo de este año, el Gobierno presentó un proyecto de ley para simplificar los trámites y regularizar la posesión de armas en el país.