Los trabajadores del Colegio Cervantes Básica han salido al paso de las acusaciones de los padres de un niño de 10 años que resultó gravemente herido tras ser empalado en el patio del establecimiento. En una declaración pública, han desmentido las afirmaciones difundidas en redes sociales y medios de comunicación, asegurando que no hubo intencionalidad en el incidente y que no se trató de un caso de bullying.
Según los funcionarios de la escuela, los antecedentes recopilados indican que el incidente ocurrió en el contexto de un juego y que no hubo intención de lastimar al menor. Asimismo, descartaron que existiera acoso escolar contra el niño con TEA que resultó herido, afirmando que se trató de un accidente lamentable.
Además, rechazaron las afirmaciones de la familia de la víctima, quienes señalaron que estudiantes extranjeros estaban involucrados en el incidente. El colegio aclaró que todos los estudiantes implicados pertenecen al mismo curso y rango de edad, sin que haya presencia de migrantes. Enfatizaron en la importancia del respeto a la diversidad y rechazaron cualquier forma de xenofobia o discriminación hacia los alumnos.
En conclusión, la comunidad educativa del Colegio Cervantes reiteró su compromiso con el respeto a las diferencias y la interculturalidad, rechazando cualquier forma de discriminación en su entorno.