El recién electo alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), ha reconocido que la erradicación del comercio ambulante en la comuna será una tarea ardua y que, en sus propias palabras, resultará “casi imposible” de lograr en su totalidad. Tras un operativo fallido para retirar los toldos azules del Barrio Meiggs, Desbordes ha admitido que el desafío es de largo plazo y requiere de acciones constantes para desincentivar este tipo de actividad.
En una entrevista con 24 Horas, Desbordes señaló que “esto no se soluciona de un día para otro” y que será necesario persistir en la aplicación de medidas para que el comercio ambulante deje de ser una opción atractiva para quienes lo ejercen. Aunque el objetivo de erradicar por completo este tipo de comercio en las calles de Santiago parece lejano, el alcalde se compromete a mantener una presión constante sobre esta problemática.
A pesar de las dificultades, Desbordes aseguró que continuará realizando operativos junto a Carabineros para desalojar el comercio ambulante de zonas como Meiggs, 10 de Julio y Barrio Franklin. Su estrategia se basa en hacer que esta actividad deje de ser rentable, lo que eventualmente llevará a su desaparición o reducción significativa en estas áreas.
Cabe mencionar que la postura actual de Mario Desbordes contrasta con sus declaraciones anteriores, en las cuales expresaba su determinación de erradicar los toldos azules de la ciudad durante su gestión como alcalde. Sin embargo, el panorama actual indica que esta tarea no será sencilla y requerirá de un esfuerzo continuo y coordinado entre las autoridades municipales y policiales.
En resumen, el desafío de eliminar el comercio ambulante en Santiago es un objetivo complejo que Mario Desbordes asume con realismo y determinación, aunque reconoce que su logro total será una tarea ardua y de largo plazo. A través de operativos constantes y la desincentivación de esta actividad ilegal, el alcalde espera reducir la presencia de los toldos azules en las calles de la comuna.