Caracas. Reuters. Varias ciudades de Venezuela, incluidas amplias zonas de la capital Caracas, comenzaron hoy a recuperar paulatinamente el suministro eléctrico tras un masivo apagón que afectaba el país desde el lunes, dijeron testigos de Reuters y usuarios en redes sociales.
Según el régimen, un “ataque terrorista” dejó sin electricidad a la mayoría de los 24 estados del país. Desde entonces, la empresa eléctrica estatal batallaba por reponer el servicio, pero en la mañana del jueves quedaban zonas sin luz debido a fallas en el mayor complejo hidroeléctrico del país.
Las principales ciudades intentaban retomar su ritmo, pero amanecieron con poco movimiento, por la suspensión de actividades escolares y laborales hasta el viernes.
“No creo que haya sido un sabotaje”, dijo Yolimar Arellano, una oficinista de 43 años en Caracas, quien aseguró que tuvo que tomar tres autobuses para llegar a su trabajo porque el metro no prestaba servicio. “Tienen años sin darle mantenimiento y robándose el dinero. Ahora tengo luz, pero no tengo agua”.
La noche del miércoles, Maduro asomó la posibilidad de aplicar un plan de entrega escalonada del servicio de energía.
“Quiero dejar bien claro ante el país y el mundo que gracias a la experticia de los trabajadores de Corpoelec estamos garantizando el servicio, pero tendremos que aplicar un plan de administración de carga en próximos días”, dijo el mandatario sin ofrecer mayores detalles.
A principios de marzo, un masivo apagón dejó en tinieblas a gran parte del país petrolero por casi una semana. En el interior del país, sin embargo, los cortes de luz no son nuevos.
Maduro aseguró que el más reciente “atentado terrorista” fue provocado por un francotirador armado con un fusil y que la “derecha perversa, diabólica” estaba detrás de esa acción.
Desde el lunes, cuando se iniciaron los cortes de luz, tres personas fallecieron en hospitales públicos por causas relacionadas al apagón, denunció el médico Julio Castro, de la ONG “Médicos por la Salud”.
Especialistas sostienen que los apagones son producto del deterioro en la infraestructura tras años de falta de inversión en el sector, nacionalizado en 2007 por el fallecido presidente Hugo Chávez. Tras los últimos cortes, según expertos, el sistema eléctrico está aún más vulnerable.