Andy Salandy / @TeacherSalandy
El lenguaje corporal puede llegar a ser el factor más predominante en nuestra forma de comunicarnos con otra personas. Durante décadas, y probablemente siglos, la atención estuvo enfocada en la comunicación verbal; el discurso, la escritura, la oratoria, poesía y declamación, pero conforme se fue adquiriendo habilidades verbales, se fue demostrando que no es solo el qué se dice, sino el cómo, lo que más impacto causa en la recepción, asimilación y respuesta de los mensajes.
En la política se debe saber cómo manejar el cuerpo ya que es la herramienta de comunicación en muchas ocasiones. Los políticos deben entrenarse para poder controlar sus gestos, su tono de voz y su postura con el propósito de persuadir a su audiencia sobre su punto de vista, parecerle al público más amenos y atractivos, para así lograr el tan codiciado voto, gobernar y controlar masas que les den la estabilidad en su cargo.
Venezuela ha tenido grandes representantes en la política que han utilizado elementos comunicacionales de la Neuro Oratoria. ¿Cómo olvidar al Gocho del 88? el expresidente Carlos Andrés Pérez, quien durante su campaña utilizó como herramienta comunicacional neurolinguística el extender sus brazos hacia arriba y saludar con movimientos sincronizados y amplios, eso refleja amplitud y un deseo de apoyar a muchas personas.
Años más tarde, llega un exmilitar a una campaña política que dominó masivamente con gestos de comunicación neurolinguística. Su gesto más impactante fue el puño izquierdo a palma derecha, lo que reflejaba la fuerza de la izquierda sobre la derecha y que solo esas fuerzas podrían hacer el “cambio”, este gesto fue inmortalizado por Hugo Chávez.
En la cultura Venezolana el lenguaje no verbal es de gran importancia. Los venezolanos logramos identificarnos con tal solo saludarnos, extensiones de mano cuando decimos: ¡Hola, pana!, o movimientos de cabeza cuando decimos Chévere, Chévere o ese típico gesto de la boca cuando decimos: bueno mi familia esta bien en Venezuela, gracias a Dios.
Indiscutiblemente la política venezolana está en uno de los momentos más complicados de su historia. Un representante del chavismo con un comportamiento “copia y pega” en Neurolingüística y lenguaje corporal identifica al ya fallecido Hugo Chávez, buscando la aprobación de aquellas masas que en algún momento lo apoyaron, pero la política siempre nos sorprende y hoy podemos ver un nuevo líder con una línea comunicacional bastante estudiada, pero a su vez fresca e innovadora.
Guaidó: frescura e innovación en el lenguaje corporal
Estudiar la Neuro Oratoria de Juan Guaidó para mí ha sido un compromiso y una responsabilidad porque, al igual que ustedes, es difícil poder ver otro líder distinto a los que ya existían en la política venezolana.
Este análisis se debe hacer en dos tiempos: Antes del 23 de Febrero y Después del 23 de Febrero (ayuda humanitaria en la frontera).
Antes del 23 de Febrero: veíamos a un Juan Guaidó convincente y sólido. Guaidó solía levantar los brazos con ángulo de codo algo flexionado que en Neuro Oratoria refleja calma y deseo de sostener o dar y entregar estabilidad. Solía mantener su quijada en un ángulo inferior, lo cual refleja estar listo para asumir retos. Algo curioso de Guaidó es que utiliza su dedo para reflejar énfasis o interés en un tema delicado o importante aunque en Neuro Oratoria este gesto no es muy positivo, pero cuando se le habla a la cámara es muy aceptado por el público en vivo.
Como especialista en Neuro Oratoria estaba encantado de ver la fortaleza y la madurez comunicacional de Juan Guaidó, que utilizaba gestos de puño que reflejaban fuerza y convicción, manos sólidas que reflejaban agradecimiento por entender su verdad y hombros alineados que reflejaban estabilidad, sin embargo…
Después del 23 de Febrero: Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, ha cambiado pequeños detalles de su línea comunicacional que hacen gran efecto, sus hombros están en línea distinta a la que veíamos al principio, lo cual refleja preocupación y angustia, su mirada en ángulo más bajo que refleja duda y una voz más sutil que refleja análisis de directrices. Por todos estos elementos Guaidó expresa una gran presión por su propia gente, eso ha hecho que su línea comunicacional sea tan diferente y provoque cambios o rechazos, lo que para nosotros era tan importante.
Los cambios más significativos de Guaidó surgieron a través de un encuentro político con Henrique Capriles, Ramos Allup y Manuel Rosales, en concentración, anunciando la primera fase de la Operación Libertad con el respaldo de todas las fuerzas democráticas, comunicacionales y laborales del país. En su discurso expresó la importancia de la organización por cada barrio, calle y urbanización. Pude ver más fuerza cuando dijo: “si no hay agua, ni luz, ni gas, ni seguridad, ni comida, ni hospitales, no podemos acostumbrarnos”.