Rosmery Hernández / @gotasdebienestarenchile
Es claro que emigrar genera ansiedad y miedo, pero, cuando se emigra en pareja, este miedo se puede ver desde dos puntos de vista: un miedo compartido, pero también puede ser un miedo doble, puesto que iniciar una vida juntos en otro país podría ser una etapa un tanto difícil de superar ya que supone retos adicionales.
Siempre que se habla de emigrar en pareja, nos imaginamos que todo es más fácil, que hay apoyo emocional, económico e incluso apoyo familiar. Se cuenta con alguien de confianza ante posibles situaciones adversas o no planificadas.
Cuando se migra en pareja todo es doble. ¡Sí! Doble… en un mismo espacio, muchas veces pequeño y reducido.
Y sí, muchas veces es así… es un gran apoyo contar con esa persona en los momentos más difíciles donde muchas veces la frustración se apodera de nosotros y de forma inimaginable nos agobia y nos hace creer que no podemos más.
Pero también es cierto que, cuando toca emigrar en pareja todo es doble. ¡Sí! Doble… en un mismo espacio, muchas veces pequeño y reducido; hay sentimientos encontrados de culpa, nostalgia por los que se quedaron, preocupación por la falta de dinero, familias en el lugar origen que es probable que tengan necesidades distintas.
La comunicación deja de ser tan fluida como antes, las ocupaciones y prioridades cambian, dejando de lado aquella relación que parecía ser fuerte.
¿Qué hacer para no “separarse en el intento” y que la relación se afiance?
- Mantengan los objetivos de la migración, incluso desde el momento en que comienza a planearse:
- En las asesorías de Coach Migratorio Emocional que hago, es muy común escuchar a las parejas señalar al otro como “culpable” de la migración y de “todo lo malo” que ha ocurrido en la relación desde entonces. Recuerda: SIEMPRE tuviste la oportunidad de elegir, aun cuando fue la idea del otro (a), por lo que asumir la responsabilidad y enfocarse en hacer que ambos remen en el mismo sentido
- Respetar el espacio: Al estar juntos en otro país, adaptándose a una nueva cultura es muy probable que se empiece a pasar más tiempo juntos del que se pasaba antes, pues estando lejos no está la familia, amigos y conocidos con los que se solía pasar parte del tiempo libre. Ante esto es importante que cada quien tenga su espacio y hagan actividades independientes, pues vivir en pareja o estar casados no significa que tengan que estar todo el día juntos, porque cada uno necesita su tiempo y espacio.
- Establecer reglas: Para que toda convivencia sea sana es necesario establecer reglas, en este caso definir la forma como se compartirán los gastos, dividirse las tareas de la casa y todos los aspectos que tengan que ver con vivir juntos. Conversar esto antes de viajar puede evitar confusiones o malas interpretaciones que a la larga afectan de manera negativa la relación de pareja.
- Comunicación: Es primordial que la pareja se esfuerce en tener una comunicación franca y abierta entre sí, para que ambos puedan definir y fortalecer sus sentimientos, y para que discutan igualmente los desafíos y las incertidumbres que enfrentan. La comunicación es así la herramienta clave, capaz de sanar las heridas que el proceso migratorio trae a su relación y la que mejor puede restablecer la vida emocional e íntima de la pareja.