El asesor presidencial Miguel Crispi compareció ante la comisión investigadora del caso Manuel Monsalve para explicar las decisiones tomadas por el Gobierno de Gabriel Boric en torno a la denuncia por violación y abuso sexual contra el ex subsecretario del Interior. Sin embargo, Crispi evitó responder a muchas de las preguntas de los parlamentarios, quienes buscaban esclarecer su papel en la permanencia de Monsalve en su cargo después de conocer la acusación.
En este sentido, Crispi se amparó en la privacidad de las conversaciones con el presidente para no revelar detalles sobre si recomendó su renuncia inmediata. Asimismo, declaró que las evaluaciones políticas en La Moneda son privadas, aunque reconoció un proceso de aprendizaje continuo en el Gobierno.
En contraste, la UDI pidió la renuncia de Crispi y Carlos Durán, jefes de asesores de la Presidencia, atribuyéndoles la responsabilidad en la crisis política y comunicacional desatada por el manejo del caso Monsalve. Los parlamentarios señalaron a ambos asesores como los responsables de permitir que Monsalve viajara al sur y permaneciera en su cargo hasta que estalló públicamente el escándalo.
Ante esta petición, los legisladores solicitaron a Crispi y Durán que presenten sus renuncias, considerando que su gesto contribuiría a superar el actual estancamiento del Gobierno. En definitiva, la comparecencia de Crispi ante la comisión investigadora no logró despejar las dudas sobre su actuación en el caso Monsalve y generó más tensiones políticas en el escenario nacional.