La Contraloría General de la República (CGR) ha revelado informes de auditoría impactantes sobre la gestión de las listas de espera en varios hospitales de Chile.
En el Hospital de Osorno, se descubrió que el subdirector médico realizó una cirugía a su propia hermana con un tiempo de espera significativamente inferior al promedio para esa patología. Además, se detectó que las intervenciones quirúrgicas se otorgaban de manera preferencial a funcionarios y sus familiares, sin justificación alguna. Estas irregularidades han llevado a la instrucción de un sumario por parte de la Contraloría.
En el Hospital de Angol, se encontraron cifras preocupantes de cirugías realizadas a parientes o funcionarios en tiempos de espera por debajo del promedio, sin una justificación clara. Además, se evidenció la falta de un protocolo formalizado para regular las pasantías de los profesionales médicos, lo que generó situaciones de riesgo para los pacientes.
En el Hospital de Talca, se identificaron inconsistencias en el registro de listas de espera, incluyendo datos erróneos de pacientes y la falta de integración de sistemas de información. Esto ha generado preocupación por la calidad de la atención y la transparencia en la gestión hospitalaria.
Finalmente, en el Hospital de Ovalle se revelaron casos alarmantes de cirugías suspendidas para algunos pacientes mientras se realizaban intervenciones a funcionarios o sus familiares en la misma fecha. Este hallazgo pone en entredicho la equidad en el acceso a la atención médica y la priorización de los pacientes en lista de espera.
Estos informes de la Contraloría han sido remitidos a las autoridades pertinentes, como la Fiscalía Regional del Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado, para que se tomen las medidas correspondientes y se garantice la transparencia y eficiencia en la gestión de los hospitales mencionados.