La relatora especial de la ONU, Tlaleng Mofokeng, ha hecho declaraciones contundentes acerca del acceso al aborto en Chile. Mofokeng afirmó que la protección de este acceso es fundamental para garantizar los derechos a la igualdad y la no discriminación.
Durante su visita al país entre el 21 de noviembre y el 4 de diciembre, la relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud señaló que en Chile se observa un “uso excesivo” de la objeción de conciencia en el tema del aborto. Según Mofokeng, los obstáculos legales para acceder al aborto constituyen violaciones a los derechos humanos.
En este sentido, la relatora enfatizó la necesidad de que Chile garantice un financiamiento nacional adecuado, equitativo y sostenible para la salud. Asimismo, destacó que las restricciones legales afectan el derecho a la salud al limitar el acceso a abortos seguros y oportunos, así como a servicios de calidad e información pertinente.
Mofokeng subrayó que la protección del acceso al aborto es esencial para hacer efectivos varios derechos fundamentales, como la igualdad, la vida, la intimidad, la salud, y la prevención de la tortura, los tratos crueles, inhumanos o degradantes, y la violencia de género.
En relación al uso de la objeción de conciencia en Chile, la relatora de la ONU expresó su preocupación por su excesivo empleo, especialmente por parte de instituciones de salud, y por la presión ejercida sobre profesionales que sí ofrecen abortos. También señaló otros obstáculos, como la falta de acceso en diversas regiones del país y la aprobación judicial para interrupciones en niñas menores de 14 años víctimas de violación.
En cuanto al sistema público de salud, Mofokeng indicó que si bien la objeción de conciencia está presente en el sector privado, en el público los profesionales contratados por el Estado deberían prestar esta atención de manera obligatoria. La relatora concluyó que la objeción de conciencia se convierte en un factor limitante únicamente en el contexto de la salud de las mujeres.