Cientos de refugiados sirios residentes en el Líbano están cruzando la frontera de regreso a su país este domingo, luego de que los insurgentes entraran a Damasco y la declararan “libre” del presidente Bachar al Asad.
En el principal cruce fronterizo entre el Líbano y Siria, en Masnaa, largas filas de vehículos aguardan para entrar al territorio sirio en medio de un ambiente festivo, con gritos de “Alá es grande” y consignas contra el anterior líder del país, según constató EFE desde el cruce.
Marchas y congregaciones esporádicas de personas con banderas de la oposición siria se han formado en las inmediaciones del paso y en poblaciones cercanas con una fuerte presencia de refugiados sirios, como Bar Elias.
El Gobierno libanés estima que alrededor de 1,5 millones de refugiados sirios viven en el Líbano, con más de 800,000 registrados en la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Desde el inicio del conflicto en 2011, cientos de miles de sirios huyeron del país por temor a la represión del Gobierno y el Ejército sirio, con una gran parte buscando refugio en el Líbano.
Los insurgentes proclamaron hoy que Damasco está “libre” de Bachar al Asad luego de doce días de ofensiva liderada por una coalición encabezada por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante y otras facciones respaldadas por Turquía para derrocar al Gobierno sirio.
El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, extendió su mano este domingo a “todo sirio interesado en preservar las instituciones” del país.
Los rebeldes afirmaron poco después que las instituciones públicas en Siria permanecerán bajo la supervisión de Al Jalali hasta que sean “entregadas oficialmente”.
EFE
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