El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha anunciado la celebración de movilizaciones masivas durante la semana de su toma de posesión presidencial, programada para el 10 de enero. En un programa transmitido por el canal estatal VTV, Maduro reveló que el pueblo saldrá a las calles para juramentarse entre los días 8 y 12 de enero, con un enfoque principal en el 10 de enero, donde se planea llenar 10 avenidas de Caracas.
Estas movilizaciones forman parte de una serie de actividades que abarcan todas las fuerzas populares para celebrar la paz y la alegría hasta el 4 de febrero, fecha en la que se conmemoran los 33 años del fallido golpe de Estado de 1992 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, liderado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez.
Maduro ha asegurado que tomará posesión como presidente de la República en un clima de paz y tranquilidad, junto con millones de hombres y mujeres que se unirán en las calles. Su reelección, proclamada por el Consejo Nacional Electoral en julio, ha sido disputada por la oposición, que reclama la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia.
Mientras tanto, la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática, ha afirmado que González Urrutia regresará a Caracas el 10 de enero para asumir el cargo de jefe de Estado. La incertidumbre política en Venezuela continúa en medio de tensiones y disputas sobre los resultados electorales y la legitimidad del gobierno de Maduro.
En un contexto internacional complejo, países como Colombia y México han confirmado su participación en la toma de posesión de Maduro, generando controversia y debates sobre el reconocimiento de su gobierno. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca la situación en Venezuela y las posibles implicaciones de los eventos políticos en la región.
En resumen, la agenda política en Venezuela se mantiene activa y llena de incertidumbre, con movilizaciones ciudadanas, disputas electorales y tensiones internacionales que marcan el inicio del año 2025 en el país sudamericano.