Un inesperado conflicto dentro de las filas oficialistas surgió a raíz de las declaraciones de la ministra de la Mujer en contra del arzobispo de Santiago en relación a la Ley de Aborto Legal.
“Las decisiones que se toman no se hacen pensando en los deseos de los príncipes de la Iglesia, que es lo que significa ser un cardenal”. Con estas palabras, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, desencadenó un conflicto inesperado con parte del oficialismo, en particular con el Socialismo Democrático, lo que llevó a La Moneda a salir en su defensa.
La postura de la ministra Orellana, expresada en una entrevista en radio Cooperativa, donde descartó que el retraso en la presentación de la Ley de Aborto Legal sea un “regalo” como lo afirmó el cardenal Fernando Chomalí, no solo provocó cuestionamientos por parte de la oposición, sino también de partidos políticos afines al gobierno como el PS y el PPD.
Incluso la propia timonel socialista, Paulina Vodanovic, criticó los términos de la declaración de la secretaria de Estado en radio Pauta, señalando que si bien tiene derecho a dar su opinión, no son los términos adecuados para referirse a alguien que ha sido recientemente nombrado cardenal y que también tiene derecho a expresar su opinión.
Los comentarios de la ministra Orellana generaron descontento en el diputado Leonardo Soto, vicepresidente del PS, quien consideró que no era constructivo que las ministras del gobierno estuvieran generando conflictos con representantes del mundo católico, lo que no contribuye a un gobierno de minoría.
Desde el PPD, el diputado Raúl Soto también cuestionó la forma en que la ministra abordó el debate, indicando que es necesario enfrentar las diferencias con argumentos y respeto, evitando descalificar a quienes piensan de manera diferente.
Ante los cuestionamientos, La Moneda salió en defensa de la ministra Antonia Orellana y calificó la polémica como “ficticia”. Tanto el subsecretario del Interior, Luis Cordero, como la vocera (s) Aisén Etcheverry, destacaron la importancia de tener una discusión abierta y respetuosa sobre temas como el aborto, sin temer a las tensiones que puedan surgir en el proceso.
En resumen, la polémica desatada por las declaraciones de la ministra Orellana puso de manifiesto las diferencias internas en el oficialismo en torno a la Ley de Aborto Legal, pero también evidenció la necesidad de un debate abierto y respetuoso en temas sensibles como este.