La senadora Isabel Allende (PS) se pronunció sobre la controversia surgida por la frustrada venta de la casa de su padre, el presidente Salvador Allende, al Ministerio de Bienes Nacionales con el fin de convertirla en un museo.
Este escenario ha llevado a la legisladora a enfrentar esta semana al Tribunal Constitucional, donde se discutirá la posibilidad de su destitución de la Cámara Alta, además de comparecer como imputada en este caso ante el Ministerio Público.
Ante esta situación, Allende expresó desde el Congreso su disposición a colaborar con las instituciones y la justicia, señalando que están trabajando con sus abogados en los aspectos constitucionales y penales para enfrentar al TC y a la Fiscalía Regional de Coquimbo, encargada de las investigaciones.
La senadora se abstuvo de proporcionar más detalles, pero enfatizó que siempre han actuado de buena fe, sin nada que ocultar y con la mejor convicción.
Consultada sobre si, dada su experiencia política, desconocía que sus acciones iban en contra de la Constitución, Allende admitió que podría haberse equivocado y que dejará que el Tribunal Constitucional decida al respecto.
Asimismo, aclaró que este incidente no empaña la imagen de Salvador Allende, un referente universal, y que no manchará su legado si se demostrara que todo se hizo de acuerdo a lo que ha afirmado.