El proceso de tramitación del proyecto de reforma previsional en el Senado avanza según lo planeado por el Gobierno y Chile Vamos, pero en la Cámara de Diputados surgen voces disidentes que podrían poner en peligro su continuidad.
La oposición a la propuesta está liderada por los parlamentarios del Socialismo Democrático, en particular el diputado Marcos Ilabaca (PS), quien ha manifestado sus reparos ante la consolidación del mercado de las AFP que propone la reforma.
Ilabaca expresó su desacuerdo con el aumento diferenciado por edad de la PGU y la distribución de la cotización adicional, argumentando que estas medidas solo fortalecen a las AFP y no benefician a los jubilados. Además, criticó el cambio de enfoque en la reforma, que en un principio buscaba terminar con el sistema de AFP pero ahora lo fortalece.
Por otro lado, los diputados Rubén Oyarzo (IND) y Tomás Lagomarsino (PR) también han cuestionado la reforma previsional por no incluir el autopréstamo comprometido por el Gobierno y por eliminar modificaciones a la tabla de mortalidad.
Oyarzo expresó su preocupación por la ausencia del autopréstamo en la propuesta, mientras que Lagomarsino señaló que la reforma se ha convertido en un “Frankenstein” poco coherente para contentar a distintos sectores.
En contraposición, la diputada Camila Flores (RN) anunció que votará en contra de la reforma previsional, argumentando que el préstamo forzoso al Estado y el uso de los recursos de los actuales pensionados para financiar a quienes ya no están en el sistema son medidas de reparto que no respalda.
En resumen, las críticas y discrepancias en torno a la reforma previsional en la Cámara de Diputados podrían complicar su avance y generar un debate más profundo sobre los aspectos controvertidos del proyecto.