El gobierno de Brasil ha presentado una solicitud formal al gobierno de Estados Unidos en busca de aclaraciones sobre el trato denigrante que recibieron los pasajeros procedentes de Estados Unidos que aterrizaron en Manaos, la capital del estado de Amazonas, el viernes por la noche. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, a bordo de la aeronave llegaron 88 brasileños, quienes reportaron condiciones inhumanas durante el vuelo.
Uno de los deportados describió la situación a la AFP, afirmando que en el avión no les daban agua, estaban amarrados de pies y manos, y se les negaba el acceso al baño. Además, el calor era insoportable y algunas personas se desmayaron debido a las altas temperaturas.
Luis Antonio Rodrigues Santos, un trabajador autónomo de 21 años, relató la pesadilla que vivieron personas con problemas respiratorios que estuvieron cuatro horas sin aire acondicionado debido a problemas técnicos en la aeronave. El ministro de Derechos Humanos de Brasil, Macaé Evaristo, informó a los medios que también viajaban niños con autismo y otros tipos de discapacidades que enfrentaron condiciones extremadamente difíciles.
El gobierno brasileño ha exigido explicaciones a Estados Unidos sobre este incidente, que ha generado preocupación en la comunidad internacional. La situación en Manaos ha despertado críticas y llamados a respetar los derechos humanos de los migrantes, independientemente de su condición.