Argentina ha tomado medidas para regular el cruce ilegal en la frontera con Bolivia, instalando un cercado de 200 metros. Según las autoridades argentinas, esta frontera es la ruta más utilizada para el tráfico de sustancias ilícitas hacia el país.
El presidente argentino, Javier Milei, ha ordenado la construcción de este cercado en el norte del país, lo que ha generado un estancamiento diplomático entre ambas naciones. Se estima que alrededor de 15.000 personas cruzan esta frontera de manera ilegal diariamente.
Esta situación ha provocado tensiones con el gobierno boliviano liderado por Luis Arce, quien ha expresado su preocupación y ha advertido que cualquier acción unilateral podría afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre ambos países.
La ministra de seguridad argentina, Patricia Bullrich, ha respaldado la decisión de instalar el cercado, destacando que el paso fronterizo actualmente se encuentra fuera de control. Bullrich ha señalado que en esta área operan grupos de crimen organizado, siendo la ruta principal por la que se trafican sustancias psicotrópicas y estupefacientes destinados a la distribución en Argentina.
Estas medidas buscan combatir el tráfico ilegal en la frontera y proteger la seguridad nacional de Argentina. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada debido al conflicto diplomático entre ambos países.