La reforma de pensiones fue aprobada este miércoles por la Cámara de Diputados, quedando lista para su promulgación por parte del Presidente de la República, Gabriel Boric. Esta normativa contempla un aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250.000, beneficiando a los pensionados actuales y a aquellos cubiertos por leyes de reparación, como exonerados políticos de las comisiones Valech y Rettig, así como pensionados de Dipreca y Capredena.
El incremento de la PGU se llevará a cabo de forma gradual, priorizando a los mayores de 82 años en los primeros meses. Además, la reforma establece un aumento de la cotización del empleador, fijada en un 8,5% de la remuneración imponible. Este porcentaje se distribuirá en un 4,5% para la capitalización individual del trabajador, un 1,5% para la cotización con rentabilidad protegida, y un 2,5% para el Seguro Social, que cubrirá invalidez, sobrevivencia y expectativa de vida.
Las AFP se mantendrán, pero se implementará un sistema de licitación de cartera cada dos años. La Superintendencia de Pensiones será la encargada de licitar a los nuevos afiliados a la administradora que ofrezca la menor comisión, con el fin de reducir costos para los trabajadores. Las AFP participantes no podrán tener más del 25% de afiliados, y las comisiones deberán permanecer fijas durante cinco años.
Además, la reforma crea el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP) para financiar las prestaciones del Seguro Social Previsional. Este fondo contará con un patrimonio independiente y estará separado de las entidades que gestionen las inversiones.