La reconocida actriz Nicole Kidman ha logrado encontrar un equilibrio entre su exitosa carrera en Hollywood y su vida familiar en Nashville, Estados Unidos. Junto a su esposo, el cantante country Keith Urban, la pareja disfruta de la tranquilidad y privacidad que les brinda esta ciudad, alejándose de los focos y medios de comunicación.
La familia reside en una impresionante mansión en Northumberland, con una valoración de 3,2 millones de euros, que cuenta con lujosas comodidades como siete dormitorios, ocho baños, un cine privado, amplios jardines, una piscina y pistas de tenis. Aunque la pareja describe la ciudad como “aburrida”, han elegido vivir allí para proteger la intimidad de sus hijas y permitirles una educación tranquila y libre de la presión mediática.
Además de su residencia en Nashville, Kidman y Urban poseen propiedades en Los Ángeles, Nueva York y Australia, reflejando su amor por los viajes y la necesidad de contar con diferentes espacios durante sus compromisos profesionales. En Australia, disponen de una granja en Sutton Forest, donde planean retirarse en el futuro y dedicarse a actividades como la elaboración de mermeladas caseras.
A pesar de su vida aparentemente armoniosa, Kidman ha enfrentado desafíos personales, especialmente en relación con sus hijos mayores, Connor e Isabella, adoptados durante su matrimonio con Tom Cruise. El distanciamiento de ellos debido a la afiliación a la Cienciología ha sido una fuente de dolor para la actriz, quien ha intentado reestablecer el contacto tras la muerte de su madre en 2024, una figura clave en su vida que la alentó a seguir adelante en momentos difíciles.