La desaparición de Julia Chuñil: un caso que da un giro inesperado
La historia de la dirigenta mapuche Julia Chuñil ha tomado un inesperado giro en los últimos días, con la revelación de una pista clave que podría arrojar luz sobre su misteriosa desaparición. Desde la familia de Chuñil se descarta cualquier participación en el hecho y se acusa a la Fiscalía de intentar culparlos injustamente.
Según la querella presentada por la familia, el principal sospechoso en el caso es el empresario forestal y agrícola Juan Carlos Morstadt Anwandter, quien previamente habría amenazado a Chuñil debido a terrenos de la Conadi resguardados por la comunidad Putregel. Esta revelación ha puesto en el foco de la investigación a un individuo con posibles motivos para cometer un acto tan grave como la desaparición de la dirigenta.
Sin embargo, la investigación dio un nuevo rumbo con las diligencias ejecutadas por Carabineros, ordenadas por la fiscal regional de Los Ríos, Tatiana Esquível, y el fiscal de focos investigativos, Carlos Bahamondes. El descubrimiento de un rastro de sangre perteneciente a Julia Chuñil en su casa el pasado 30 de enero ha reavivado la esperanza de encontrar respuestas en este caso.
La muestra de sangre fue enviada al Laboratorio de Criminalística de Carabineros en Santiago, donde se confirmó que coincidía con el material genético de la mujer desaparecida hace casi cuatro meses. Este hallazgo ha llevado a la planificación de una nueva búsqueda en el domicilio de Chuñil, esta vez utilizando georadares de penetración en el suelo para determinar si el cuerpo de la dirigenta podría estar enterrado en el lugar.
En medio de estos nuevos desarrollos, la hipótesis de la presunta participación de uno de los hijos de Chuñil en el crimen ha cobrado fuerza. Fuentes cercanas a la investigación sugieren que el Ministerio Público considera al círculo familiar como objeto de interés en el caso, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a la situación.
Ante estas acusaciones, la familia de Julia Chuñil ha salido a defenderse, negando cualquier implicación en la desaparición de la dirigenta. Pablo San Martín Chuñil, hijo de Julia, ha expresado su indignación ante las acciones de la Fiscalía, que según él siempre ha intentado culpar a la familia de lo ocurrido. Los constantes allanamientos a la casa de su madre y las acusaciones infundadas han generado un clima de tensión y desconfianza en la familia.
En relación al rastro de sangre encontrado en la casa, Pablo San Martín Chuñil ha planteado la posibilidad de que pertenezca a cualquier persona que haya entrado en la vivienda, especialmente después de la desaparición de su madre. Ha señalado que en una casa de campo es común realizar actividades que podrían dejar rastros de sangre, y que es necesario esperar a encontrar el cuerpo de Julia para confirmar cualquier conclusión.
En medio de esta incertidumbre y conflicto, la búsqueda de respuestas en el caso de la desaparición de Julia Chuñil continúa. Con nuevas pistas y giros inesperados, la verdad detrás de este misterio podría estar más cerca de ser revelada. La justicia y la verdad son las metas que la familia de Chuñil busca alcanzar, mientras luchan por limpiar su nombre y encontrar a su ser querido.