Reidy Zambrano, presidente del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), ha realizado un importante anuncio este miércoles: Venezuela se prepara para la temporada de ciclones. Este evento meteorológico, que puede traer consigo tanto desafíos como oportunidades, requiere atención y preparación por parte de todos los sectores de la sociedad.
De acuerdo con Zambrano, el inicio de la actividad ciclónica se llevará a cabo entre el 1 de junio y el 30 de noviembre del 2025. Esta ventana temporal coincide con la temporada oficial de ciclones en el Caribe y la cuenca del Atlántico. La comunidad científica y la población en general deben estar alerta, ya que, según el presidente del Inameh, se espera que entre 45 y 50 ondas tropicales influyan sobre Venezuela, con origen en Cabo Verde, África.
“Llevamos un monitoreo detallado de las ondas tropicales y su posible fortalecimiento en el camino hacia convertirse en huracanes”, afirmó Zambrano durante su intervención en el canal Venezolana de Televisión. Estas palabras son un llamado a la acción y a la preparación ante un fenómeno que puede tener consecuencias gravísimas y afectar desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables.
Plan 7T
Zambrano también expuso los avances en el denominado Plan de las 7T, que se basa en siete estrategias para una visión integral de transformación nacional. Este plan tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible, cuidar el medioambiente y enfrentar la crisis climática. En un contexto donde el cambio climático es una realidad palpable, la implementación de estas estrategias es crucial.
Además, en colaboración con el Ministerio de Ecosocialismo, se ha creado el Programa de Adaptación a la Crisis Climática. Este programa tiene como finalidad recopilar datos meteorológicos más precisos, que servirán como base para tomar acciones efectivas ante la inminente temporada de lluvias. La recolección de datos es fundamental para prever eventos climáticos extremos y poder actuar de manera oportuna para mitigar sus efectos.
¿Qué son los ciclones tropicales?
Para entender mejor el impacto que los ciclones pueden tener en Venezuela, es conveniente definir qué son estos fenómenos meteorológicos. Según El Servicio de Meteorología Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés), los ciclones tropicales son «sistemas migratorios» conformados por nubes y tormentas que se originan sobre aguas tropicales o subtropicales. Se caracterizan por su capacidad de desarrollar vientos intensos y torrenciales lluvias que pueden causar inundaciones devastadoras.
El NWS indica que los ciclones pueden evolucionar en diferentes categorías, desde depresiones tropicales hasta huracanes. Estos últimos, en particular, pueden ser altamente destructivos, representando una amenaza significativa para la infraestructura y la seguridad de las comunidades que se encuentran en su ruta.
Lluvias en Venezuela
En otro orden, Zambrano también aclaró que las precipitaciones registradas en Venezuela durante el mes de abril no corresponden a la temporada de ciclones, sino que son propias del periodo previo. Sin embargo, esto no disminuye la gravedad de los efectos de dichas lluvias. Durante el mes de abril del 2025, se reportaron fuertes lluvias en el territorio venezolano, generando inundaciones, desbordes de ríos y deslizamientos de tierra.
Los principales estados afectados por estos fenómenos han sido Miranda, Aragua, Carabobo, Yaracuy y Cojedes. Las imágenes de comunidades inundadas y la necesidad de asistencia humanitaria han resaltado la vulnerabilidad de muchas áreas en el país, evidenciando la importancia de la preparación y resiliencia ante futuras eventualidades climáticas.
En conclusión, la declaración de preparativos para la temporada de ciclones por parte del Inameh subraya la necesidad de prestar atención a los signos del clima y actuar con anticipación. Las administraciones gubernamentales, las comunidades y los individuos deben trabajar en conjunto para garantizar que estén debidamente preparados para enfrentar lo que se avizora como un periodo desafiante. De esta forma, no solo se protegerán vidas y bienes, sino que también se contribuirá a la construcción de un futuro más resiliente frente al cambio climático.
Con información de El Cooperante.