El Instituto Casla ha alertado sobre un nuevo patrón de desaparición forzada en Venezuela, donde al menos 18 ciudadanos extranjeros detenidos por funcionarios de organismos de seguridad del Estado han desaparecido sin dejar rastro. A pesar de haber estado bajo arresto durante meses, no hay información oficial sobre su paradero, lo que sugiere un caso grave de desaparición forzada.
La Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas de Naciones Unidas y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional consideran que la desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad cuando se practica de manera generalizada o sistemática.
Entre los extranjeros detenidos en Venezuela se encuentran ciudadanos de Colombia, Bolivia, Estados Unidos, Líbano, Ecuador, Uruguay, Perú, España, República Checa y Argentina, cuya situación y paradero son desconocidos. Uno de los casos más emblemáticos es el del checo Jan Darmovrzal, acusado de terrorismo sin acceso a asistencia legal ni contacto con su país de origen.
El Instituto Casla ha denunciado que el Estado venezolano ha convertido la desaparición forzada en una práctica habitual, manteniendo a los detenidos en condiciones desconocidas sin permitirles contacto con abogados o autoridades consulares. Este nuevo patrón de desaparición prolongada sin acceso a la justicia es considerado un crimen de lesa humanidad.
Frente a esta situación, la organización hace un llamado a los gobiernos democráticos y organismos internacionales de derechos humanos para condenar esta práctica sistemática en Venezuela y exigir la protección de los derechos de las personas desaparecidas. La lista de detenidos podría ser aún mayor, pero la falta de transparencia por parte de las autoridades venezolanas dificulta la identificación de todas las víctimas de desaparición forzada.