Nicolás Maduro, en su tercer sexenio como presidente de Venezuela, acusó a María Corina Machado de fingir un «autosecuestro» después de una manifestación en Caracas. Maduro afirmó en una entrevista con Telesur que dio órdenes para proteger a Machado, quien había convocado una marcha para reclamar la supuesta victoria del candidato opositor en las elecciones del 28 de julio. Según Maduro, la Policía Nacional escoltó y protegió a Machado hasta su casa.
Maduro consideró que la oposición intentaba manchar la toma de posesión del 10 de enero mediante un supuesto “autosecuestro”. Machado afirmó que fue retenida y posteriormente liberada por policías de la PNB. Según Machado, los uniformados la llevaron en una moto hacia el este de Caracas, pero luego la dejaron ir, tras grabar un video como prueba de vida.
La líder opositora atribuyó su liberación a las advertencias de líderes mundiales y gobiernos internacionales. Por su parte, Diosdado Cabello, Ministro del Interior de Venezuela, negó la veracidad de la denuncia de Machado y aseguró que si el gobierno chavista hubiera querido capturarla ya lo habría hecho.
En medio de acusaciones y contradicciones, este incidente entre Maduro y Machado demuestra la tensa situación política en Venezuela. La crisis política se agrava con reclamos de ambos lados y denuncias de irregularidades electorales. Una situación que, lejos de resolverse, parece complicarse con cada nueva acusación.
El caso de María Corina Machado refleja las divisiones y tensiones en la sociedad venezolana, que se profundizan con cada conflicto político. Mientras tanto, Maduro se mantiene en el poder, consolidando su liderazgo en un país marcado por la inestabilidad y la polarización.