El trágico choque entre un avión comercial de American Airlines y un helicóptero militar sobre Washington D.C. ha dejado un total de 67 víctimas fatales, según lo confirmaron las autoridades estadounidenses. La colisión en pleno vuelo no dejó sobrevivientes, y las labores de rescate se han convertido en una operación de recuperación de cuerpos.
John Donnelly, jefe del Departamento de Bomberos y Servicios Médicos de Emergencia del Distrito de Columbia, declaró en el lugar del accidente que no se espera encontrar a ningún sobreviviente. Las labores de rescate han permitido recuperar hasta el momento 28 cuerpos, de los cuales 27 corresponden a pasajeros del avión y uno a un militar que viajaba en el helicóptero.
La oficina del médico forense del distrito se encuentra trabajando arduamente para identificar y reunir los cuerpos recuperados con sus seres queridos. El impacto entre las dos aeronaves ocurrió en el río Potomac, y a pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, no se ha logrado encontrar a ningún superviviente.
El choque tuvo lugar durante la noche del miércoles, y las investigaciones continúan para determinar las causas. Según reportes, los pilotos de ambas aeronaves decidieron continuar con su ruta a pesar de las advertencias de la torre de control. La tragedia ha conmocionado a la opinión pública y ha generado un profundo pesar en la comunidad.