En el mundo político chileno, el mes de marzo trae consigo importantes definiciones, y la oposición no queda al margen de esta realidad. La impaciencia comienza a hacerse presente entre los actores políticos ante la falta de acuerdos para enfrentar primarias presidenciales y la ausencia de un pacto parlamentario que abarque a todas las facciones de Chile Vamos y la extrema derecha.
A pesar de los esfuerzos de la UDI, RN y Evópoli por establecer una primaria presidencial amplia que incluya a Evelyn Matthei y otros candidatos como José Antonio Kast, desde el partido Republicanos han dejado en claro que la intención de su abanderado es solo aparecer en la papeleta de noviembre, descartando participar en primarias.
La falta de conversaciones para concretar una sola lista parlamentaria con la facción de Kast ha generado molestia en Chile Vamos. El senador Iván Moreira ha calificado esta falta de acuerdo como un “suicidio político”, mientras que Pablo Longueira ha instado a la dirigencia de derecha a ser más coherente y pensar en el bien común.
La división en el sector se vio agravada con la irrupción de Johannes Kaiser y el Partido Nacional Libertario, quien ha manifestado su intención de no participar en una primaria presidencial con Chile Vamos. Kaiser ha abierto la puerta para una posible candidatura única junto a Republicanos y el Partido Social Cristiano, desafiando a figuras como Kast y Rojo Edwards.
Estas declaraciones han generado reacciones encontradas. Mientras Moreira ha desestimado las posibilidades de Kaiser como presidente de Chile, Arturo Squella se mostró dispuesto a establecer un pacto parlamentario con Kaiser y otros actores de la derecha más dura, con el objetivo de unificar posturas y fortalecer la presencia política de este sector en las elecciones futuras.