El llamado de Diosdado Cabello a la militancia del PSUV ante las elecciones del 25 de mayo
En un fervoroso acto de campaña realizado este sábado en Mérida, el secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, instó a los militantes y simpatizantes del partido a mantenerse “vigilantes” tras el cierre de las mesas electorales en las elecciones programadas para el 25 de mayo de 2024. Su exhortación surge en medio de un clima electoral tenso y marcado por la polarización política que atraviesa el país.
Recuerdos del pasado: las manifestaciones del 28 de julio
Cabello hizo hincapié en la necesidad de estar preparados ante posibles “manifestaciones” por parte de la oposición, rememorando los incidentes ocurridos tras los comicios presidenciales del 28 de julio de 2024, donde la oposición también intentó cuestionar los resultados. “Ya ellos lo intentaron el 28 de julio, cuando perdieron. Debemos movilizar a todo el que haya que movilizar”, afirmó con determinación.
El dirigente del PSUV resaltó la importancia de garantizar un ambiente seguro para todos los votantes, especialmente para los adultos mayores, a quienes instó a participar del proceso electoral “con tranquilidad”. Esta declaración refleja una preocupación generalizada por el clima de seguridad que rodea las elecciones, un tema recurrente en los ciclos electorales venezolanos.
Críticas a la oposición
Las palabras de Cabello no se limitaron al llamado a la movilización, también fueron arremetidas contra la oposición venezolana: “Los que hace seis años estaban conspirando, ahora se disfrazan para decir que son demócratas, y hasta el sector opositor sabe quiénes son”, expuso. En una clara defensa de su partido, hizo uso de un lenguaje categórico y despectivo, tachando a los opositores de “ratas”. Estas afirmaciones reflejan el tono altamente polarizado del actual contexto político venezolano y la falta de confianza hacia la oposición.
El caso de Maikelys Espinoza: una narrativa de victoria
En otro segmento de su discurso, Cabello abordó el caso de la niña Maikelys Espinoza, simbolizando la resistencia y la lucha del pueblo venezolano frente a acciones externas. Según Cabello, Estados Unidos “tuvo que entender el error que cometían”, al referirse al regreso de la niña a Venezuela tras haber estado en el extranjero. “Gracias a la presión de nuestro pueblo y al presidente Maduro, está aquí con nosotros”, añadió, en un intento por reforzar la imagen de su gobierno como defensor del bienestar infantil y el bienestar nacional.
Su retórica se centró en criticar a aquellos que no manifestaron preocupación durante la ausencia de Maikelys en el exterior. “Por ahí andan algunos que no dijeron nada cuando ella andaba por allá, porque podían ofender a sus amos imperiales. Ahora quieren salir con su falsa moral”, reprochó, perpetuando la narrativa de la victimización y del enfrentamiento entre el pueblo venezolano y un supuesto imperialismo que amenaza su soberanía.
La paz y las sanciones como prioridades del pueblo
En un cierre esperanzador, Cabello apuntó que más del 95 % de los venezolanos desean “vivir en paz”, y que el 85 % de la población rechaza las sanciones impuestas por otros países. “Creo que la totalidad de los venezolanos sueña con la prosperidad”, concluyó. Con estas palabras, intentó dejar claro que, a pesar de la polarización, hay un deseo colectivo por la estabilidad y un futuro mejor.
Conclusiones y perspectivas futuras
El discurso de Diosdado Cabello refleja el ambiente actual en Venezuela, donde el PSUV busca fortalecer su base y reafirmar su posición en un contexto electoral desfavorable. Las convocatorias a la vigilancia, la movilización y el rechazo hacia la oposición son tácticas que han sido habituales en el discurso oficial. Las elecciones del 25 de mayo se presentan como un reto que no solo se enfoca en la búsqueda de votos, sino también en la consolidación del poder ante una oposición que se mantiene activa y crítica.
En un escenario donde las heridas del pasado aún quedan latentes, la política venezolana sigue siendo un reflejo de la lucha por el control y de las tensiones que dividen a la sociedad. La próxima cita electoral será, sin duda, un evento crucial que determinará no solo el futuro inmediato del país, sino también la forma en que se desarrollará la narrativa política en los próximos años.
Con información de El Cooperante